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Sin galones emocionales

Maradona, que busca la explosión futbolística de Messi con Argentina, le protege del peso espiritual

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"Ojalá sea definitivamente el mejor jugador de todos los tiempos, pero atrás también hay un equipo. Lio (Messi) debería ser la frutilla del postre". Maradona protege a Messi. Nunca se ha fiado de su carácter retraído. Él era más largón, más cacique. Messi, en cambio, es callado. Sólo ejerce su autoridad en la hierba. En el vestuario es casi uno más. Aún no se le conocen detalles de patriarca de un grupo. Por eso Maradona le ha blindado y ha puesto a otros por delante de él para asumir la responsabilidad de llevar a Argentina al título.

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"Si tengo que elegir a un jugador para el pueblo, ese es Tévez", anunció el jueves. Ayer, apuntó a Mascherano: "Si hay algún jugador que me recuerda a mí durante en el Mundial, es Mascherano". No deja de ser curioso que a los dos futbolistas que ha elegido de puertas hacia afuera como iconos les una el carácter. No quiere que Messi salte a pecho descubierto. Desde que le tiene bajo sus órdenes le ha picado en público y en privado, pero en las últimas conversaciones que han mantenido ha tratado de meterse en su cabeza, de guiarle para que explote en este Mundial. La gloria de Messi será la de Maradona y él lo sabe. Por eso también ha pedido indirectamente protección arbitral para su diez.

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Diego nunca se ha fiado del carácter retraído de Leo, sin gestos de patriarca

"Quiero que la FIFA abogue por el fair play, no es lo mismo las manos de Caniggia que las patadas de Camerún", dijo en referencia a las persecuciones carniceras que él padeció en España'82 con Italia, en México'86 con Corea y en Italia'90 con los cameruneses. "El que no quiera jugar al fútbol, que se vaya a la tribuna", fue otra parte de su mensaje para resguardas las piernas de Messi del posible juego duro que le espera aguantar.

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Hasta ahora, Messi ha sido un problema táctico para Maradona, que no ha acertado a resolver. Ha suspendido en esa tarea porque el chico no es el mismo prodigio que se aprecia en el Barça. La comparación ha sido continua y siempre sale perdiendo la versión de la albiceleste. Hay un dato revelador. En el amistoso disputado frente a Alemania, Verón le dio más pases a Heinze que a Messi. La Pulga cuenta con total libertad, pero aún no ha disfrutado de circuitos de balón que le hagan disfrutar y brillar como cuando juega para Guardiola.

Messi llega mentalizado, pero también con las dudas que despertó el preparador físico Signorini a principios de semana: "La Pulga está cansada". Durante los últimos días, Messi ha estado entrenado bajo lupa. Ha trabajado sin forzar demasiado. Maradona no ha querido exprimirle: "Yo llegué a España 82 reventado después de cuatro meses de concentración". Para eso, según el seleccionador albiceleste, ya está Guardiola. "Messi viene de jugar 73 partidos con el Barcelona y Guardiola sacaba a Xavi pero no sacaba a Messi". Tras la crítica a Pep, de nuevo el elogio a Leo. "Él sabe que es definitorio, puede crear en cualquier momento una situación de gol. Si el partido está cerrado lo guardaré para el próximo. Pero son situaciones que hay que controlar en los Mundiales y tener el menor margen de error para el siguiente", añadió.

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Prefiere a Tévez o Mascherano como líderes ante la ansiedad del pueblo

Esa frutilla del postre de la que habla Maradona, en realidad es el corazón y el termómetro de Argentina. Un equipo dispuesto a volar, "a construir una ilusión", como apostilla Diego, desde un nivel con todavía mucha mejora. "El equipo está a un 6,5", dice el atípico seleccionador. Hasta ahora lo que ha enseñado como técnico de Argentina es mucho orden y que Messi haga lo que quiera con ese 3-4-3 innovador o con lo que sea. Lo que quiere Maradona es que Messi reviente las pizarras, hasta la suya si es preciso para que su heredero corone a él y a Argentina. El camino se inicia ante Nigeria. Las Súper Águilas. "Un rival áspero y duro". Palabra de Diego.

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