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Fútbol Así actuaba la red de amaños que ha puesto en jaque al fútbol español

Según la Policía, la manipulación de los encuentros se realizaba en varias fases. En la primera se seleccionaban los partidos y luego se contactaba con jugadores. El proceso de captación se hacía preferiblemente con los capitanes. Una vez aceptado el amaño, el pago a los jugadores implicados se producía siempre en metálico antes y después del partido

Imágenes de facilitadas por la Policia Nacional de la 'operación Oikos', en la que han sido detenidas varias personas, entre ellos futbolistas, presuntamente implicados por posible amaño de partidos. (EFE)

EFE

Finalizada ya la competición de la Primera División de fútbol y a escasos días de que acabe la Liga en Segunda, la Policía ha asestado un nuevo golpe a los amaños de partidos —el último hace diez días entre el Valladolid y el Valencia— en una operación con varios jugadores y técnicos detenidos.

La Operación Oikos, llevada a cabo por los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional, se ha saldado de momento con diez detenidos, aunque solo seis pasarán a disposición judicial.

Todo comenzó tras la denuncia de LaLiga en mayo de 2018 por presuntas irregularidades detectadas en el partido que disputaban el Huesca contra el Nástic de Tarragona y su relación con las apuestas deportivas.

Precisamente, el amaño de este partido de Segunda División llegó a disparar las apuestas, hasta el punto de que el volumen de dinero llegó a ser hasta 14 veces más elevado al normal para esa categoría.

Ese encuentro acabó con victoria del Nàstic (0-1) sobre el Huesca. El equipo oscense ya había ascendido a Primera División, y el Nàstic estaba a 29 puntos. El Comité de Competición incoó un procedimiento disciplinario extraordinario a ambos equipos.

Tras la denuncia de la LaLiga, la Policía abrió una investigación, tiró del hilo y descubrió que al menos otro partido, el celebrado hace exactamente diez días en el Estadio José Zorrilla entre el Valladolid y el Valencia, también había sido amañado.

En ese encuentro, el equipo local, que había ascendido a Primera División en esta temporada, perdió ante el Valencia por 0-2.

Dirigida por el Juzgado de Instrucción número 5 de Huesca, la operación continúa abierta y ya han sido detenidas diez personas. Entre ellas, según fuentes próximas a la investigación, varios futbolistas, como el exjugador del Real Madrid Raúl Bravo y Borja Fernández, del Real Valladolid Club de Fútbol y que se retiró recientemente tras jugar las dos últimas temporadas en el equipo pucelano y ser su capitán.

Asimismo, en Ibiza, donde se encontraba de vacaciones, ha sido arrestado Samuel Saiz, jugador del Getafe.

Otros arrestados son Carlos Aranda, exjugador de varios equipos de Primera División; Íñigo López, jugador del Deportivo de La Coruña; Agustín Lasaosa, presidente de la Sociedad Deportiva Huesca, y Juan Carlos Galindo Lanuza, jefe de los servicios médicos del mismo club.

La investigación, según la Policía, ha permitido corroborar que los investigados alcanzaron acuerdos con diferentes jugadores para "amañar" esos dos partidos, mientras que otro de Tercera División resultó infructuoso, aunque los jugadores implicados se comprometieron a compensar las pérdidas realizando otro en el futuro.

Según la Policía, la manipulación de los encuentros se realizaba en varias fases. En la primera se seleccionaban los partidos, bien del inicio de la liga o de su final.

Después, se intentaban pactar apuestas combinadas —resultados parcial y final, resultado final y córneres, por ejemplo—, lo que les permitía incrementar notablemente los márgenes de ganancia.

Asimismo, llevaban a cabo un proceso de captación, con una primera aproximación de tanteo a algún miembro de la plantilla, preferiblemente a uno de los capitanes.

Una vez aceptado el amaño, el pago a los jugadores implicados se producía siempre en metálico y en dos fases: una previa al encuentro y otra una vez producido el resultado pactado.

Los responsables de la organización eran los encargados de anticipar el dinero correspondiente al primer pago a los jugadores y a las apuestas.

Tras esta operación, el máximo responsable de la Policía Nacional, Francisco Pardo, ha hecho hincapié en la "magnífica colaboración" entre LaLiga y la Policía, con acuerdos "para luchar por la limpieza en el deporte".

Algunos clubes, como la Sociedad Deportiva Huesca o el Real Valladolid, se han desmarcado de la operación y han ofrecido su colaboración a las fuerzas de seguridad para luchar contra la corrupción en el fútbol.

Mientras, el Valencia CF ha asegurado que la entidad es "ajena" a "supuestos amaños de partidos" y ha anunciado que adoptará "medidas legales" contra los que difundan "cualquier rumor o noticia infundada" que vincule al club con esos asuntos.

Desde los detenidos, uno de ellos, el jugador del Valladolid Borja Fernández, ha pedido, a través de sus allegados, que se crea en él y en su presunción de inocencia.

Un derecho al que también ha apelado la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), que ha mostrado su "total respeto por la investigación" policial y ha exigido "respeto para las personas" investigadas.

Durante la temporada 2017-2018, LaLiga presentó unas 39 denuncias, entre ellas la que ha permitido las actuaciones de hoy, y se personó en 9 causas judiciales relacionadas con posibles amaños de encuentros, según los datos de la patronal de los clubes.

La persecución de estas prácticas ilegales llevó a la detención en ese periodo de 53 personas como consecuencia de las operaciones judiciales Pizarro y Cortés, fruto de las denuncias de 31 partidos.

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