Fran Vázquez cambió a tiempo
El pívot del Barça defiende el título de MVP logrado en la Copa del año pasado
Publicidad
Pete Mickeal es un hombre que impone ley en el vestuario del Barcelona, donde se conoce la dureza de su adolescencia en la que vio como su primo, que vivía con él, se suicidaba a los 21 años. Mickael, en realidad, es un tipo con una mirada felina y un amor propio descomunal que no estará ante el DKV Joventut: no ha llegado a tiempo. Ha intentado recuperarse, pero ayer, en el AVE de viaje a Madrid, Xavi Pascual tomaba la decisión: no estará en el primer partido, lo que no quiere decir que si el Barça pasa a semifinales no pueda incorporarse.
Publicidad
El pívot del Barça defiende el título de MVP logrado en la Copa del año pasado
Mickeal sí estará en el vestuario, donde tiene una influencia enorme que a algunos como Fran Vázquez les ha ayudado a mejorar. Una vez le escuchó decir: "No sé que es la presión". Y después ejemplificó su vida: "De niño, mis padres se divorciaron, a mi hermano mayor le encarcelaron, ya no puede pasarme nada peor". Fran, hasta entonces un jugador indeterminado, codificó el mensaje. De repente, regresó cinco años atrás. Entonces disputó la Copa en el mismo escenario que ahora. Jugaba en el Akasbayu y mostraba poca autoestima.
Media década después, sin embargo, es otro hombre que no acepta metas. "Si me las pongo, sería estancarme". Su autoestima ha crecido tanto que ni siquiera descarta la NBA, donde competiría con Kevin Garnett, su ídolo. "He madurado y sería bonito probar". Pero el primer desafío aparece esta noche, donde Vázquez defenderá el título MVP del año pasado. Al preguntarle si hay posibilidad de que lo gane otro que no sea Navarro, su respuesta es prudente: "Juan Carlos está espléndido últimamente".
Publicidad
Ha pasado un año desde que Fran (1983) besó la gloria y aceptó su jerarquía. En realidad, ha sido un proceso lento. Hubo quienes le llamaron cobarde cuando no aceptó el traspaso a la NBA. "¿Cobarde? Nunca he renunciado definitivamente". Y en esa espiral de decisiones controvertidas, llegó a ceder su puesto a Marc Gasol en la selección que ganó en Japón 2006. Luego, llegaron días más difíciles en el Barcelona, en los que no encontró la motivación de Ivanovic. Sin embargo, ahora es un tipo endurecido, que sabe llevar las bromas del vestuario. El año pasado, después de la Copa, sus compañeros le decían: "Tranquilo, ya puedes llegar tarde y no te van a poner multa por ser el MVP". Y no le molestaba.
Pete Mickael, su espejo en la pista, no estará hoy ante el Joventut
Publicidad
En el pasado, Fran Vázquez a veces tenía "miedo a no dar el nivel". Pero apareció un entrenador como Pascual, que le dio luz verde. "No me encasilla en ningún lado y me deja jugar como sé". Quizá por eso ahora hace más mates, en los que tiene por costumbre llevarse la mano al corazón. Y en el tránsito jamás se olvida de Mickeal: la presión no tiene por qué existir.