Un enchufe a destiempo
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¿Cómo de fácil es conectarse a una final más que inesperada cuando uno sabe desde hace semanas que no le quieren donde juega? Cuando llevan días saliendo portadas e informaciones de distinta procedencia que le colocan en todas las listas de bajas. Y, de pronto, el Barça desahuciado por todos hace un mes se planta en la última jornada con muchas posibilidades de ser campeón contra el Atlético de Madrid. Y en su estadio. Casi nada. No se puede conocer lo que piensa cada jugador que se ha visto en ese saco de transferibles -como Alves, Song, Mascherano o Alexis-, pero es posible que se aproxime a unos sentimientos cruzados. Sin embargo, sería difícil pensar en que alguno de estos integrantes de esas conocidas listas no vaya a dar el cien por cien esta tarde o que no desee despedirse, si finalmente es el caso, con otra Liga bajo el brazo.
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Cierto es que nadie aguardaba este final más propio de Hitchcock. Es por ello que casi todos los que han dado la cara en las recientes semanas han considerado perdida la Liga textualmente y se han fustigado, casi obligados por el mediocre juego. "La damos por perdida, salvo milagro. No hicimos una buena temporada. No tuvimos la suerte de cara y no fuimos competitivos en muchos aspectos. Hay que borrar esta temporada y hacer autocrítica", dijo Xavi tras el penúltimo traspié, ante el Getafe en el Camp Nou. "Se nos ha escapado, tenemos que aprender para los próximos años. Hemos cometido errores que no son propios de profesionales que se están jugando la Liga", acertaba a decir Busquets, otro de los pesos pesados del vestuario.
Ocurre que ese milagro al que hacía referencia Xavi se ha producido, no por obra de alguien, sino más bien por mal hacer de Atlético y Real Madrid, el mismo que el del Barça. Y ahora que ya todos estaban prácticamente de vacaciones, de retirada, sin nervios, con las piernas destensadas, pensando en el Mundial que empieza en un mes y desayunándose con las habituales portadas veraniegas repletas de una serie de posibles fichajes... la ocasión está ahí. "Más allá de que las cosas hayan salido mejor o peor en momentos de la temporada, es nuestra final de Liga. Nunca nos habíamos encontrado esta situación, es como una final de una competición. Tenemos que ganar o ganar", aseguraba Iniesta el lunes.
El caso de Neymar es destacable, puesto que como ya todos daban por seguro el final de la campaña hace dos o tres semanas, o casi desde el fatídico choque en Granada, seguramente él y la selección brasileña contaban con que llegaría descansado para el Mundial. Se habló de presiones de la canarinha para que el crack no forzara, aunque Scolari lo negó el miércoles. Sin embargo, de una manera u otra, parece improbable que el ex del Santos fuerce más de la cuenta con lo que viene.
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Añadió a continuación el manchego un matiz muy interesante: ¿se merece más el título el Barça que el Atlético? Respondió el tremendo crack con otra cuestión a los periodistas: "Por qué no?". "Injusto no sería. El que la gane será merecedor. Hemos estado muchas jornadas líderes, hemos corrido y sufrido y fallado como todos", aducía. No invita, sin embargo, a pensar en un último coletazo azulgrana lo que han demostrado en los últimos encuentros, ofreciendo una clara imagen de la desconexión general del plantel con esta temporada. Con más pena que gloria han sacado algún que otro punto hasta tocar suelo contra el Getafe hace un par de fines de semana, con las amargas y efusivas quejas de uno de los directivos en el palco como colofón. Ante el Elche, con una segunda oportunidad en la mano, mejoró el equipo pero no fue capaz ante un conjunto que peleaba por evitar el descenso. Precisa Martino de enchufarlos, aunque sea como último servicio del argentino al club, para que los azulgranas recuperen la energía necesaria -y es mucha, visto lo perdido en dos meses- para revalidar la Liga.