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El día del Niño le cae a Aguirre

Frustrado el retorno de Torres al Calderón, la visita del Liverpool queda convertida en un juicio al técnico del Atlético. El mexicano medita jugársela sin el Kun, al que debe un descanso

 

HUGO JIMÉNEZ

Llega el 22 de octubre. La fecha que los aficionados del Atlético señalaron en su agenda el día del sorteo. Atlético-Liverpool. El regreso del Niño al Calderón. La primera ocasión para medir su ascendencia en la grada que lo veneró. La oportunidad para comprobar si los colchoneros ya le perdonaron su traición y su fuga.

La prueba para contrastar si los esfuerzos de Fernando Torres por la reconciliación, esa bandera rojiblanca en lo alto del autobús de la selección durante el paseo triunfal por la Eurocopa, había surtido efecto. Era el día del Niño, la ceremonia de su idilio recuperado con el Calderón. Sin embargo, el hechizo se rompió.

Y el cuerpo de Fernando Torres, lesionado, no estará finalmente sobre el césped del Manzanares. Pero sí su espíritu. Su nombre se coreará por primera vez desde que se fue. Ya lo verán.

'Lo siento por la afición', comentó ayer el propio Torres para justificar su renuncia a acudir al partido como invitado, 'pero he optado por quedarme en Liverpool recuperándome'.

Más cercano al fútbol, al partido en sí, es el contenido primordial que tiene finalmente la velada. Y se refiere a Javier Aguirre, el entrenador del Atlético, que está en la cuerda floja. Buena parte de la afición no le soporta, los directivos le han perdido la confianza y hasta la crítica, tradicionalmente melosa con su rendimiento, empieza a disparar. Quizás suena exagerado, pero Aguirre se juega el puesto esta noche. De cómo respire la grada hoy y de lo que ocurra el próximo domingo en Villarreal, depende su continuidad.

Los rojiblancos han comenzado una peligrosa cuesta abajo en la competición doméstica. La crisis no le ha alcanzado todavía en la Liga de Campeones, donde están intratables. Pero el Liverpool impone. Aguirre sabe que se la juega.

Y, sin embargo, lo hará probablemente sin Agüero. El argentino no acaba de recuperarse de un golpe cuando recibe otro y otro. Se pasa la vida sobre el campo, de viaje y en manos de los recuperadores. Necesita descanso.

Justo cuando más oxígeno precisa, salvo recitificación de última hora, Aguirre confiará el ataque a Forlán y Sinama. Iba a volver a la portería Coupet, pero se lesionó ayer. Jugará Leo. Debutará Domínguez junto a Perea en el centro de la defensa. Y Camacho, el gran olvidado, entrará al fin en el once. En resumen, muchos cambios respecto al derbi.

No parece que Aguirre se tome el Liverpool como algo a vida o muerte. Más bien guarda esa sensación para la cita liguera del domingo. En realidad, es el mensaje que ha recibido del consejero delegado del Atlético, Miguel Ángel Gil Marín: 'La Champions ya no es prioritaria'.

No bajan muy tranquilas tampoco las aguas del Liverpool, que ha cogido la costumbre de sufrir en sus partidos y obligarse a las remontadas. A la prensa inglesa no le gusta demasiado ese rumbo. 'Es cierto que hemos remontado en cinco partidos, pero yo prefiero eso que no ganar', comentó ayer el meta Reina para calmar a los críticos.

El caso es que el Liverpool también se ve seguro en Europa, con la clasificación en el bolsillo, y le presta más atención a la Premier que a su visita a Madrid. El fin de semana se mide al Chelsea.

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