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"En el COE no ha hecho falta un ERE"

"Somos privados, pocos y trabajamos mucho", señala su Secretario General, Víctor Sánchez, que, además, es consejero delegado de Madrid 2020

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Su balance, entre la familia olímpica, es de 3.312 deportistas que han conseguido 132 medallas y 336 diplomas olímpicos. Su biografía tiene ya más de cien años desde el 23 de noviembre de 1912 que fue cuando nació el COE (Comité Olímpico Español) que ha tenido 17 presidentes en su historia. El actual, desde septiembre de 2005, es Alejandro Blanco, que califica a este organismo como "un joven de cien años con muchos sueños que cumplir". Ahora, sobre todo, hay uno, la concesión de una vez por todas de los Juegos Olímpicos a Madrid, que monopoliza un desafío cada día más antiguo.

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Pero, en realidad, ¿qué es el COE? ¿Es algo más de una legión de diplomáticos, de gentes VIP o de vividores con unas dietas y unos sueldos magníficos? Sin menospreciar al pasado, ¿es realmente tan necesario en estos tiempos en los que se hacen todo tipo de recortes y en los que el país se aproxima a los seis millones de parados? Pero no sólo es eso, sino el ejemplo del resto del mundo, en el que, de cara a los Juegos de 2020, el mundo ha pasado de cinco ciudades aspirantes, que siempre ha sido la norma, a tres: Estambul, Tokio y, por supuesto, Madrid.

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El presidente Alejandro Blanco no tiene dudas de que debe ser así y dice que "el deporte nos pone de acuerdo a todos". De ahí el esfuerzo por Madrid 2020 que, pese a todo, es un gran esfuerzo para el COE que, según Víctor Sánchez, su Secretario General desde el año 2001, no ha tenido que hacer ningún ERE entre su plantilla. "Somos privados, somos pocos y trabajamos mucho. Por eso no hemos tenido que adaptarnos a la nueva situación. De hecho, hay países como Bélgica o Suiza que tienen una plantilla que es el triple de la nuestra", añade Víctor Sánchez que, además, es consejero delegado de Madrid 2020 y que se niega a admitir que este tipo de organismos sean una legión de vividores. "Conozco a personas que han entregado su vida al deporte con pasión y honestidad y por el hecho de que hayan aparecido casos de corrupción no se puede juzgar al resto del movimiento olímpico. El problema es que en esta sociedad siempre se tiende a magnificar lo malo".

Sánchez también descarta completamente que el COE tenga un aire funcionarial. "Los empleados tienen un horario de nueve a seis de la tarde, pero siempre en nuestras oficinas hay gente por encima de esa hora, incluso sábados o domingos". Pone de ejemplo su caso que tiene una antigüedad en el COE superior a la de su presidente. Víctor Sánchez fue director general los cuatro años anteriores a convertirse en Secretario General. "A mí me contrató Ferrer Salat al que entonces pregunté si podía aspirar a algo más, porque había vivido en Barcelona 92 la máxima expresión de los Juegos Olímpicos. Pero no hizo falta ni que me contestase, porque nada más conocer a ese hombre me sorprendió que todos los días encontraba un nuevo reto y no paraba de inventar cosas. Aprendí mucho de él. Se implicaba tanto que se renovaba forzosamente, porque tiene que ser así. En un lugar como el COE no te da tiempo a no renovarte. Acabas un reto y piensas en el siguiente".

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Por eso ahora los jefes del COE dicen que no paran, a la espera en este mes de la visita de la Comisión de Evaluación Olímpica. Sus jefes viajan por el mundo para hacer ver a los miembros del Comité Olímpico Internacional que en Madrid sólo faltan por invertir 1.500 millones de euros entre tres administraciones (Gobierno central, Comunidad y Ayuntamiento) en los próximos siete años para que la ciudad consiga el diploma olímpico en los Juegos de 2020. El presidente Alejandro Blanco ha estado esta semana en Ecuador, donde probablemente haya hecho triple sesión de trabajo, "mañana, tarde y noche", un enorme ritmo de trabajo que, por lo visto, es muy habitual en el COE según el Secretario General. "Cuando estás de viaje se pueden hacer fácilmente jornadas de 18 horas".

Son los sacrificios del COE, que ya sacrificó a los medallistas olímpicos en los Juegos de Londres en los que pagó 94.000 euros por cada oro, la misma remuneración que hace cuatro años en Pekín a pesar de que, desde entonces, el nivel de vida ha subido mucho. Ahora, el COE tampoco ha podido impedir que uno de nuestros símbolos olímpicos, David Cal, se marche a entrenar a Brasil en contra de esa previsión que le hizo Alejandro Blanco a él y a su entrenador: "Si no hay dinero para tí sobramos todos". Pero, sin embargo, hay dinero para seguir peleando por los Juegos Olímpicos para Madrid, esta vez en 2020, porque, según Alejandro Blanco, reelegido sin la más mínima oposición para un tercer mandato consecutivo, "los Juegos son el gran proyecto de España para generar dinero y lograr la integración social". El único secreto es "no hacer nada disparatado", según Víctor Sánchez, Secretario General. Pero ¿es que acaso se hizo adrede alguna vez?

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