Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid, se ha mostrado 'tranquilo' ante la posibilidad de que la estrella del equipo, Radamel Falcao, abandone a final de temporada el club y ponga rumbo, por ejemplo, al Real Madrid.

El mandatario rojiblanco, que ha oficiado la presentación del equipo de rugby de la entidad en el estadio Vicente Calderón, ha contestado con ironía y cierta sorna a las palabras que mantuvo anoche Florentino Pérez con Iker Casillas en la gala de los Premios AS del deporte. Al llegar a la mesa, el presidente del Real Madrid, comentó al capitán: 'Luego me voy a acercar y le voy a pasar una servilleta de papel a Falcao'.

Florentino estaba haciendo referencia, con el chascarrillo, al método que empleó en la gala del Balón de Oro del año 2000 en Mónaco para convencer al francés Zinedine Zidane para jugar en el conjunto blanco. En la servilleta le puso: '¿Quieres jugar en el Madrid?'. Casillas, con la risa floja, le advirtió: 'Cuidado, que están grabando'.

Al ser preguntado por la escena, Cerezo ha asegurado: 'Yo no vi ninguna servilleta. Además, no eran servilletas de papel, sino de tela'.  Y ha reiterado que 'las servilletas valen para lo que valen' y 'las servilletas son para el verano'.  Ante la insistencia de los medios, el mandatario ha reiterado que 'no hay nervios por ese tema (Falcao), lo que hay es mucha tranquilidad para esperar el partido de mañana en Copa del Rey ante el Getafe, que será bonito, aunque es muy tarde'.

En referencia a la cláusula de rescisión de Falcao, de 60 millones de euros, Cerezo ha afirmado desconocer si el club blanco cuenta con esa cantidad para hacerse con los servicios del delantero colombiano: 'Yo tengo sesenta millones y la verdad es que están muy bien donde están. El Madrid no sé si tiene ese dinero, yo conozco mis cuentas'.

Finalmente, Cerezo habló del papel que los árbitros están jugando en la competición liguera, sin entrar a dar su opinión sobre si benefician o perjudican a los equipos grandes.

'Creo que los árbitros están siendo el blanco de mucha gente y son lo que son, unas veces te dan, otras te quitan. Hay que dejarles. Me gustaría que nadie conociese nada de los árbitros, ni el nombre. Que viniesen al estadio, pitasen e hicieran como lo hicieran se marchasen a casa tranquilamente para ver el partido por la tele para ver los errores que cometen', concluyó.