Celebración en seco del Athletic por la Supercopa: la Gabarra no se mueve
Los jugadores, montados en el autobús descubierto, pasean por la Basílica de Begoña y las inmediaciones de la casa consistorial, engalanada con una gran pancarta rojiblanca en la que se leía 'Txapeldunak' (Campeones).
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BILBAO.- La legendaria gabarra con la que el Athletic Club celebró sus títulos en 1983 y 1984 no saldrá del Museo Marítimo de Bilbao, donde permanece en dique seco desde hace tres años, para festejar la Supercopa con la que el equipo rojiblanco acabó con una sequía de éxitos de 31 años.
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No obstante, miles de personas han abarrotado este martes la explanada del Ayuntamiento de Bilbao y sus aledaños para homenajear al Athletic Club. Los jugadores han llegado a las inmediaciones de la casa consistorial, engalanada con una gran pancarta rojiblanca en su balconada en la que se leía 'Txapeldunak' (Campeones), montados en el autobús descubierto al que se han subido casi una hora antes en la Basílica de Begoña.
Los campeones se han apeado del vehículo jaleados por esa impresionante marea humana que se ha citado en el mismo escenario donde hace 31 años el Athletic celebró su último título en 1984. Antes de la recepción oficial en el Salon Árabe, futbolistas, técnicos y directivos han posado con la Supercopa en las escalinatas del consistorio acompañados por el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto.
El apretado calendario del equipo de Ernesto Valverde, que el jueves jugará en Eslovaquia la ida del play off de la Liga Europa, no va a permitir a la afición rojiblanca volver a ver remontar la Ría del Nervión a uno de los símbolos más queridos y representativos de sus 117 años de historia.
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"No es que no queramos sacarla, pero tenemos que seguir compitiendo. Estamos al comienzo de temporada, hay una previa en la que debemos garantizar la Fase de Grupo y hay que amoldarse a disfrutar y seguir compitiendo", señaló ayer en el mismo Camp Nou el presidente, Josu Urrutia.
En 2012, la Autoridad Portuaria de Bilbao decidió jubilar para las actividades portuarias la barcaza y cederla al Museo Marítimo de Bilbao, utilizada hasta esa fecha todavía como herramienta de trabajo y convertida ya en símbolo para todos los aficionados del Athletic.