La catapulta lituana
Stankevicius, el rubio del saque de banda
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La primera pregunta a Stankevicius (Kaunas, 1981) cuando aterrizó en España para fichar por el Sevilla fue que cómo con esa ciudad de nacimiento alguien podía dedicarse a algo que no fuera baloncesto. No destaca precisamente Lituania, y mucho menos Kaunas, por su cantera futbolística, pero el ahora lateral del Valencia comenzó a darle patadas al balón desde muy pequeñito. Allí los jóvenes sueñan más con emular los tapones de Sabonis o los triples de Kurtinaitis que con ser estrella en el once contra once.
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Sin embargo, Stankevicius siempre imaginó de pequeño imitar las jugadas de Narbekovas, uno de los grandes héroes del fútbol lituano, que formó parte de la selección soviética que le arrebató el oro al Brasil de Bebeto y Romario en los Juegos de Seúl 1988. Después de hacer la mayor parte de su carrera en Italia, el valencianista ha pasado las dos últimas temporadas en España. El modesto Cosenza fue el club que apostó por él cuando apenas había cumplido 21 años. De ahí dio el salto al Brescia, donde vivió una de las mejores etapas del club lombardo. Junto a Roberto Baggio, Guardiola y los goles de Luca Toni, el Brescia llegó a colarse entre los mejores de la Serie A.
Stankevicius vino a la Liga con fama de ser un defensa de enorme polivalencia. Luego, con el paso de los partidos, fue reconocido por la enorme potencia de sus saques de banda. En la nómina de grandes especialistas en esta suerte del juego, el lituano forma junto a Pedersen, extremo noruego del Blackburn, y Delap, centrocampista irlandés del Stoke City, la élite en el lanzamiento con las manos. "En Italia muchos entrenadores se han servido de esta cualidad, e incluso hemos ganado partidos. Aquí en España también se ha trabajado porque es una herramienta que nos puede dar muchos puntos", asegura Stankevicius.
Un partido físico y el mal estado del césped serán las únicas bazas de la Lituania de Stankevicius en el partido de hoy ante España. "No somos equipo importante en el mundo y para nosotros es difícil jugar contra cualquiera. Espero que defendamos bien y salgamos al contraataque, porque ellos siempre tienen el balón y es difícil hacer otra cosa", dice el más español de los lituanos.