Carolina Ruiz vuelve a salir en la supercombinada de hoy, cuarto día de competición de los campeonatos del mundo de esquí alpino. Sólo lo hará en el descenso y no en el eslalon posterior. Trata así de prevenir cualquier lesión que retrasaría una preparación enfocada al descenso del próximo domingo.

La española llega a la prueba con las máximas aspiraciones después de igualar con una séptima plaza en el descenso de Cortina DAmpezzo del 24 de enero su mejor registro personal y español de todos los tiempos, así como también por los buenos resultados que está obteniendo en estos Mundiales, tanto en el supergigante del martes como en los dos entrenamientos oficiales de descenso.

Lindsey Vonn, campeona del mundo de supergigante y ganadora de las tres últimas pruebas oficiales, se perfila como la favorita hoy, toda vez que Ania Paerson, campeona del mundo hace dos años en Suecia, sigue arrastrando las molestias de rodilla que le han impedido rendir a tope durante toda la temporada en la Copa del Mundo. Son dos de las grandes estrellas del circuito femenino y se han repartido las victorias este año. Paerson ganó la supercombinada de Saint Moritz (Suiza) en diciembre, y Vonn, la de Altenmark (Austria) en enero.

La supercombinada es una de las cinco disciplinas oficiales de estos campeonatos. Desde hace dos años se disputa con una sola manga del eslalon. Su idea original se basa en la búsqueda de la esquiadora más completa con un descenso más corto que el absoluto y un eslalon de una sola manga. La suiza Erika Hess y Ania Paerson son las grandes dominadoras.