Incluso en la derrota, Nadal es grande. La mayoría de profesionales del deporte le señalan a él para hablar de este año a pesar de que las cosas no siempre fueron como las soñó el balear. Nadal, uno de los mejores tenistas de todos los tiempos, ha vuelto a ganar Monte Carlo, Barcelona y, sobre todo, Roland Garros. Vencer en París es una de esas cosas que justifican una carrera, el común de los tenistas darían todo por conseguirlo una sola vez.

Sin embargo, para Nadal parece rutina. Es la sexta vez que lo ha logrado, tantas como antes lo hiciera Borg. Lo consiguió, eso sí, evitando el choque con Djokovic, el hombre que le ha amargado buena parte de la temporada. Su víctima, como tantas otras veces, fue Federer, que previamente se había desembarazado del serbio. Allí volvieron los recuerdos del gran clásico del tenis, esa partida de ajedrez histórica que disputan un talentoso suizo contra un exuberante español.

Vencer en París es una de esas cosas que justifican una carrera Ese fue el punto álgido de la temporada, el momento en el que el duelo de siempre volvió a tomar la escena y en el que Nadal recobró la victoria. También en la final de la Copa Davis el balear tuvo otro momento de gloria. Venció sus dos puntos a Argentina, incluido el último, contra Del Potro. Era la primera vez en su

carrera que cerraba la gran final de la Ensaladera. Su resumen del año muestra menos títulos que de costumbre, pero la realidad le señala como, indudablemente, el segundo mejor tenista del año. Fue finalista en Madrid, Roma, Wimbledon, Miami, Indian Wells y el Abierto de Estados Unidos. En todas las ocasiones perdió contra Djokovic quien, sin duda, le ha ganado la partida física y, sobre todo, psicológica.

Su amor propio le lleva a intentarlo en cada momento y en todo lugar Nadal, sin embargo, sigue siendo receptor de admiración de todos, quizá más aún ahora. Ha perdido y tiene un problema, ha pasado momentos bajos, pero su enorme amor propio le lleva a intentarlo de nuevo, a buscar nuevos caminos y a desafiar a Djokovic en todo momento y en cada lugar.

Nadal es una voz autorizada en el deporte mundial, en todos los torneos a los que va genera más revuelo que nadie. Es carisma y esfuerzo, porque la clave del balear, la enseñanza que dejará para siempre a los que lleguen por detrás de él, es que nunca se puede dejar de trabajar y nunca hay motivo suficiente para dar un partido por perdido. Él no lo hace y, probablemente, en 2012 volverá a pelear y será fuerte candidato a estar de nuevo en estas páginas. 

1. Nadal 49
2. Xavi 11
3. Navarro 7
4. Iniesta 6
5. Gasol / Natalia Rodríguez 2