A buenas horas, Kun
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El Real Madrid dejó tirado a Agüero. El empeño de Mourinho quedó desvirtuado con el paso del calendario. El argentino anunció a los cuatro vientos, en un mayúsculo error de estrategia, su deseo de abandonar el Atleti. El calentón estaba medido por sus dos representantes -Rabasa y Reguera-, pero el mal cerebro del plan era Leonel del Castillo, el padre del jugador. Mientras los agentes espaciaban los encuentros con José Ángel Sánchez, quien manejaba los tiempos en el Bernabéu, el futbolista se impacientaba durante la Copa América. El temor provocó que fuera subastado por Europa. Pero únicamente la Juventus se interesó, sin poder alcanzar los 45 millones de euros de su libertad. Barça, Chelsea y Manchester United observaban con displicencia y distancia los apresurados movimientos que trataban de salvar los muebles. Los nervios traicionaban a Agüero y sus declaraciones eran cada día más patosas. El Madrid se convertía en sombra y su futuro en el club blanco se desvanecía. Hasta que uno de los estrategas recibió una llamada: "No lo vamos a fichar. Florentino no quiere una guerra con el Atleti".
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El viaje del agente a Buenos Aires, previo paso por la ciudad de Manchester para activar el plan B, se convirtió en un funeral. Agüero se lo tomó peor. "No voy a Inglaterra. No me gusta el City", opinó. En ese momento, el mal cerebro tomó la palabra: "Pues pedimos disculpas y seguimos en Madrid". Kun tomó el celular y comunicó con un empleado rojiblanco: "Voy a pedir perdón al club y a la afición, a culpar a mis agentes, a los que abandonaré y les haré responsables de todo. Diré que he estado mal asesorado y que me han confundido". Uno de sus agentes repitió discurso con el dueño. La respuesta de este fue contundente: "Dile al Kun que traiga el dinero. En el Atleti ya no lo queremos ver más".
P.D.: Estoy convencido de que si Agüero hubiera aceptado la participación en la operación del agente de cabecera de Concha Espina, hoy sería jugador del Real Madrid.