El Atlético, su dirigente mayor, no está para excusas. Quiere y exige rendimiento inmediato de un equipo construido a la carta según las peticiones expresas de su entrenador. Manzano ya ha sido reprendido y advertido por la cúpula del club. Y la grada le dejó claro el domingo que tampocoestá por la paciencia. El técnico ya trabaja sobre el alambre. Su equipo no gana, no juega, no marca. Sólo domina. Se han tanteado en los últimos días posibles recambios para el banquillo y alguno de los colegas se ofrecen para el relevo sin ningún disimulo. El asiento de Manzano en su segunda etapa en el Atlético, tan sólo ocho jornadas después, ya quema. Y con esa presión llega hoy a San Mamés,un escenario mayor donde Marcelo Bielsa, pese a la predisposición inicial de los guardianes del pelotazo, empieza a ser reconocido y mirado con esperanza.

En los últimos seis encuentros oficiales, desde la visita al Camp Nou, los madrileños no han ganado (dos derrotas y cuatro empates) y sólo han anotado dos goles. En Liga, su balance como forastero es desolador: cero goles a favor por seis en contra, dos derrotas y un empate. Manzano, de momento, no se encoge. 'Tengo las ideas muy claras. No hay nada que se pueda decir que estamos haciendo algo mal o raro. Tranquilos, todo saldrá bien'.

Si no se la juega ya, que Manzano sostiene que no, al menos estará muy observando. Schuster, colega en paro, hasta se ha ofrecido veladamente para el relevo en los micrófonos de Abellán en punto: 'Una cosa es hacer un equipo y otra elegir un entrenador. El club no ha tocado últimamente la tecla justa. No veo que encajen el perfil de los jugadores con el de este entre-nador. Yo creo que sí, encajo, otra cosa es lo que piensen ahí arriba'. Manzano no se inmuta: 'Cada uno es muy libre de opinar lo que quiera. En el caso muy concreto de Schuster, enca-ja no sólo en el Atlético, sino que ha encajado en el Madrid, en el Getafe y en otros equipos. Es un entrenador cualificado'.

En la otra acera, el Athletic luce un punto menos, pero el ambiente ya es de tranquilidad. Llorente se ha recuperado a tiempo de su tendinitis. Es baja, y ya por lo que queda de temporada, Gurpegi. El resto, los últimamente habituales. La propuesta, protagonismo y ritmo furibundo. Así pues, el frenesí contra la pausa.