Alexia Putellas, la fuerza motriz del fútbol femenino español
Con un discurso abiertamente feminista, la futbolista del Barcelona, ganadora por segundo año consecutivo del Balón de Oro, exhibe el carisma, la voluntad y la inteligencia que sólo tienen aquellas personas llamadas a romper barreras.
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Madrid, Actualizado:
Alexia Putellas ganó este pasado lunes su segundo Balón de Oro. La futbolista española, de 28 años, volvió a consagrarse como la mejor del mundo por segundo año consecutivo, algo que no había logrado ninguna mujer hasta ahora. Lo ha hecho, además, estando lesionada tras romperse la rodilla el pasado mes de julio. Hasta ahí llega el gran titular. Lo importante es lo que hay detrás: la trascendencia y el impacto de una jugadora diferente, no sólo por su manifiesta destreza dentro del campo, sino por todo lo que simboliza y representa fuera de él.
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El premio confirma a Putellas como el referente indiscutible del auge del fútbol femenino en España, como quedó acreditado en la pasada Eurocopa femenina disputada en julio de 2022. En un país donde tradicionalmente este deporte ha sido cosa de hombres y uno de los mayores escaparates del machismo imperante en la sociedad, la jugadora del Barcelona ha contribuido decisivamente a romper un techo de cristal.
Lo ha hecho a base de talento, esfuerzo, carácter, voluntad y ambición. Ahora que se ha consagrado como la mejor jugadora del mundo en los últimos dos años y que su imagen se codea con la de jugadores masculinos de gran nivel; ahora que la comparan con Messi o con otros grandes del deporte mundial; ahora que ha llegado donde nunca antes llegó ninguna futbolista y prácticamente ninguna deportista española, Putellas recoge los frutos que ha ido sembrando desde que con apenas siete u ocho años empezó a jugar al fútbol en una plaza de su pueblo, Mollet del Vallès (Barcelona), a pesar de que era la única niña que quería hacerlo.
Aquel fue seguramente el primer acto de rebeldía de una jugadora que en ese viaje al éxito siempre ha exhibido ese carisma que sólo tienen aquellas personas llamadas a romper barreras y, sobre todo, a no tener miedo a hacerlo.
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Putellas, por ejemplo, ha sido decisiva en la reciente profesionalización del fútbol femenino en España. Amparándose en su indiscutible talento futbolístico, se implicó a fondo en esa lucha. Nunca le ha importado dar la cara por sus compañeras o por aquellas causas que creía justas. Ha peleado como la que más para que el fútbol femenino en España despegue. "Veníamos de una situación que era prácticamente dramática, se necesitaban hacer cambios, oportunidades para jugar", recordó al recoger su Balón de Oro este pasado lunes.
Su discurso siempre ha sido reivindicativo y abiertamente feminista. El lunes volvió a dar otra muestra de ello: "Se ha conseguido encontrar el camino, pero hay que recortar muchos años de desventaja de las mujeres en todo el mundo. Hay países que lo están haciendo antes y en otros está costando más".
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Otro ejemplo de su compromiso lo dio hace escasas semanas. A pesar de estar lesionada y de no poder jugar en los próximos meses, Putellas tampoco ha dudado en apoyar a sus compañeras de la selección española en su conflicto con Jorge Vilda, el seleccionador, que de momento se ha resuelto con la salida de las 15 mejores jugadoras del país del equipo nacional. La propia Putellas podría perderse el Mundial que se disputa el próximo año, pero está dispuesta a sacrificarse por sus compañeras.
El fútbol como salvación
Son muestras de una personalidad arrolladora pero forjada también en la adversidad, lo que le otorga todavía más carisma. La muerte de su padre, su auténtico mentor futbolístico, el que la animó desde el primer minuto a jugar al fútbol y al que adoraba, murió de forma repentina cuando ella tenía 18 años. El golpe fue devastador. Pero ahí estaba el fútbol para salvarla y ella, consciente de su influencia, ha querido agradecérselo ejerciendo de pionera y abriendo el camino a otras.
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La voluntad de Putellas para alcanzar sus sueños, su carácter, su inteligencia y su calidad innata la han empujado a lo más alto. Ahí, en la cúspide se siente cómoda, pero ella no se va a conformar, tal como dijo el lunes en una declaración que refleja su filosofía de vida: "El año pasado Luis Suárez [primer y único jugador español en ganar un Balón de Oro] me dijo una frase que se me quedó grabada: 'Que este premio no sea tu meta, sino tu salida". Lo trascendente, sin embargo, es que su éxito es el de todas y su triunfo, la auténtica fuerza motriz del fútbol femenino español, que, ese sí, ya dejó la línea de salida hace tiempo.