Adiós al cuarentón más moderno

La revolucionaria norma que impide a los porteros jugar el balón con las manos tras una cesión de un jugador de su mismo equipo se instauró en la temporada 92-93. Sólo dos cursos más tarde, el Ajax se proclamaba campeón de Europa con un guardameta de aire desgarbado, pero que llamaba la atención por su coordinación, su agilidad y, sobre todo, por juego de pies. Aquel Ajax de Van Gaal retrasaba la pelota a su portero convencido de que era un jugador más de campo. Una extravagancia, por entonces. "Van der Sar fue el primer portero que entendió que jugar el balón con los pies no era un problema, sino un arma. Siento una gran admiración por él", asevera Cañizares.

"Tiene un físico privilegiado para la posición, domina el área y su edad hace que gobierne la defensa con maestría y que provoque un efecto intimidatorio sobre los delanteros, que se encogen ante su trayectoria, dice Amieiro, el hombre que pulió a Casillas. Amieiro también destaca su juego de pies: "Tiene criterio para la iniciación y para darle continuidad al juego". "Un revolucionario, el gran referente de la portería de las dos últimas décadas. Antes que él hubo golpeadores de balón, Van der Sar cambió el concepto del portero por su implicación permanente en el juego de inicio de su equipo. Ha sido un portero para ser campeón, nunca desertó en los grandes partidos, no fue un cagón que se escondiera", asegura D'Alessandro.

"Fue el primero en entender que el juego de pies era un arma", dice Cañizares

Van der Sar se despide esta noche del fútbol en activo a los 40 años. Se va con 130 internacionalidades, dos Ligas de Campeones como mínimo (Ajax, 1995 y Manchester United, 2008) y un paso nunca indiferente por el Juventus y el Fulham. Sus compañeros le han pedido que siga, pero nadie ha logrado convencerle: "Despedirme en la final de la Liga de Campeones y en Wembley es la mejor manera de despedirme".