Queda poco más de una semana para su estreno y Santiago Segura sigue preparando la llegada de Torrente 4. La cuarta entrega de las desventuras del agente retirado llega con un elenco de lo más variopinto del frikismo y el mundo de la farandula española. Pocos se han quedado fuera de salir ante la cámara de Segura.

Bajo el título Torrente IV: Crisis Letal, el policía más casposo y taquillero de la historia del cine español regresará a las pantallas. Lo hará el 11 de marzo de 2011, en un 'sobrecogedor 3D', según anuncia en su web, y con la banda sonora del  triunfito David Bisbal.

Entre los actores que acompañarán a Torrente en su última película destacan Tony LeBlanc o Yon González, pero también rescata a viejas glorias del cine del destape como Fernando Esteso. Sin embargo, lo 'mejor' es la retahíla de personajes de la talla de Paquirrín, Belén Esteban o Ana Obregón.

Tampoco podían faltar a la cita con Segura los cameos de futbolistas. En esta ocasión los afortunados son Sergio 'El Kun' Agüero y Cesc Fábregas.

La vuelta de Torrente promete mucha más acción, más momentos hilarantes, humor facilón, sexo amateur y escenas difíciles de digerir. Pero además promete recaudar cientos de millones, como ya lo hicieran sus predecesoras.

Su primera entrega, El brazo tonto de la ley vio la luz en 1998 y con tan solo 1,7 millones de euros de presupuesto consiguió gracias al boca a boca llevar al cine a más de tres millones de espectadores y recaudar casi 11 millones de euros convirtiéndose en la película más taquillera del año.

La segunda parte Torrente 2: Misión en Marbella llegó en 2001 con un presupuesto que casi duplicaba a su predecesora, y con José Luis Moreno como villano. Sus cifras superaron a la primera entrega con más de cinco millones de espectadores y 22 millones de euros de recaudación que volvieron a convertir al orondo y maleducado policía en el estreno nacional más taquillero del año.

Segura completó la trilogía en 2005 con Torrente 3, el protector, toda una superproducción de 8 millones de euros de presupuesto que no logró superar en cifras a la segunda parte -tuvo 3,5 millones de espectadores y más de 18 millones de recaudación- pero volvió a ser la película española más taquillera del año.