'The Interview', la película que Hollywood quiere que veamos
La comedia que ha abierto una crisis diplomática entre EE.UU. y Corea del Norte aterriza ahora en España con la leyenda de: “Por fin llega la película que no quieren que veas”. Las primeras amenazas contra los cines que iban a estrenarla y el ataque cibernético contra Sony se transforman ahora en valiosas herramientas de promoción
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MADRID.- Hace más de un siglo, Mark Twain anunció que la risa era un arma “verdaderamente eficaz”. Sin embargo, incluso aquel creador irrepetible, un progresista entusiasta, se habría sorprendido al ver cómo una comedia llegaba a poner al borde de la crisis diplomática a EE.UU. y Corea del Norte. Y esto es exactamente lo que ha ocurrido con The Interview, la nueva película de Seth Rogen y Evan Goldberg (Juerga hasta el fin), una sátira con demasiados altibajos, aunque con algunos momentos realmente tronchates, que, además, ratifica otro de los anuncios que hizo a finales del XIX el genial autor de Las aventuras de Tom Sawyer, el de que “es la prohibición lo que hace que cualquier cosa sea preciosa”.
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Burlas a Hollywood
Una desternillante escena de una encantadora y dulcísima niña coreana cantando una balada atroz -saltando ‘graciosamente’ de su glorioso líder a escenas con estadounidenses con obesidad mórbida- arranca esta comedia, protagonizada por James Franco y el propio Seth Rogen. Ellos son Dave Skylark, el presentador de éxito de la televisión basura, y Aaron Rapaport, el productor ejecutivo de su programa. La pareja, por diferentes razones, termina en Corea del Norte con una invitación del mismísimo Kim Jong-un (interpretado por Randall Park) para hacerle una entrevista. Por supuesto, la CIA ha aprovechado y encarga a los reporteros que aniquilen al dictador.
El grito entre jubiloso e incrédulo del equipo de televisión celebrando que “Eminem se ha hecho gay aquí (en antena)”, Rob Lowe desvelando en directo su repelente calvicie o la adrenalina que desprenden estos ‘profesionales’ ante la posibilidad de mostrar unas imágenes de “Matthew McConaughey follándose a una cabra” son, de lejos, algunos de los momentos más divertidos de todos. Después comienza la comedia gruesa y el humor sin estilo, con alguna excepción, aunque no demasiado brillante, del tipo: “América siempre mete las narices en cosas y lo jode todo” o “Kin debe morir, es el estilo americano”.
Que tenga más o menos calidad la película de Seth Rogen y Evan Goldberg tiene, sin embargo, menos importancia ahora
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Que tenga más o menos calidad la película de Seth Rogen y Evan Goldberg tiene, sin embargo, menos importancia ahora. The Interview ha creado una corriente de simpatía en EE.UU. parecida a la que brotó hacia Charlie Hebdo tras los dantescos asesinatos del pasado mes de enero. El semanario satírico francés vendió 7.300.000 ejemplares después del atentado. Todos –franceses y ciudadanos de muchos otros países- quisieron mostrar su solidaridad con los periodistas desaparecidos. De la misma forma, los norteamericanos quisieron acudir al cine, comprar o alquilar una película que había sido objeto de amenazas y se convirtió en nuevo símbolo de la lucha por la libertad de expresión. Sin embargo, entre ambos casos hay un abismo descomunal.
Sony ahora, de cara a la explotación en el extranjero de la película, se intenta aprovechar comercialmente del asunto
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La colosal diferencia con Charlie Hebdo es que Sony ahora, de cara a la explotación en el extranjero de la película, se intenta aprovechar comercialmente del asunto. “La película que no querían que viéramos” es la leyenda que acompaña al título en este lanzamiento, en el que hay otras frases recurrentes o que hacen alusión a la crisis vivida, como la de: “De los cerdos capitalistas occidentales que te trajeron…” Nada de ello debe, sin embargo, impedir que se reconozca el atrevimiento de estos artistas y el valor de su crítica a la dictadura más hermética del planeta.