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Rodrigo Cuevas: "En el folclore todos somos hijos de otros"

El artista asturiano, autor del disco 'Manual de romería', galardonado con el Premio Nacional de Músicas Actuales 2023.

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Rodrigo Cuevas, Premio Nacional de Músicas Actuales 2023. — Ricardo Villoria

madrid, Actualizado:

El Ministerio de Cultura ha concedido el Premio Nacional de Músicas Actuales a Rodrigo Cuevas por la "singularidad de su obra, con una propuesta trascendente que une música tradicional folclórica y música popular contemporánea".

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Rodrigo Cuevas, un artista radiante e insólito

No dejes que las lentejuelas te impidan ver el prado. Más allá de su tentadora y farandulera propuesta estética, Rodrigo Cuevas (Oviedo, 1986) es un artista radiante e insólito que no ha dejado de escarbar en el cancionero popular de Asturies y aledaños —Galicia, León y Zamora— para brindarnos el sabio fruto de la tierra revestido de electrónica.

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A fallback.

Ahora vuelve con Manual de romería (Sony), tercer elepé en el que incide en el agro-glam desde Vegarrionda, una minúscula aldea del concejo asturiano de Piloña, aunque el disco fue grabado en el estudio puertorriqueño de Eduardo Cabra (Calle 13). Más folclore sofisticado y transgresión campestre con chicha y mensaje.

¿Cómo observa, desde la distancia, el avispero político madrileño y catalán?

¡Uf, me da una pereza...! [risas]

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¿No le interesa nada la política?

Al contrario, me interesa mucho. Sin embargo, ese avispero político me da pereza, aunque tampoco le hago mucho caso. Poco a poco, entre la gente aumenta el desafecto y piensa más en lo local y menos en Madrid y Barcelona.

¿Qué candidatura le seduciría más: la de Faraona o la de Xuana D'Arcu?

No me hagas elegir entre esas dos...

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¿A qué se dedican? ¿Qué burra se porta mejor?

La Faraona es más dócil, pero la Xuana es más carismática. Las quiero mucho a las dos.

Hablando de bípedos y no de cuádrupedos, ¿prefiere la docilidad o el arrojo?

Depende. No me gusta elegir, porque puedo querer a todo tipo de personas.

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¿Y en una pareja?

Tiene que haber las dos cosas. Hay que ser variado en la vida, porque si no todo es un rollo, como esa gente a la que solo le gusta un tipo de música y no sabe escuchar otra cosa. ¡Chico, ábrete!

Aunque, en las distancias cortas, el sumiso puede ser dominante. Y, al contrario, alguien con una personalidad...

Con garbo... Claro, porque las personas cambiamos, creamos nuestras máscaras y a veces pretendemos ser de una forma, pero al final acabamos siendo de otra, ¿no?

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Más allá de su vestido de domingo, ¿cómo es Rodrigo Cuevas a diario?

Soy como nada. Una cosa simple [risas].

No, señor.

En serio, a diario soy una persona muy de andar por casa.

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Sin embargo, su estética y puesta en escena han provocado que su música tuviese una mayor repercusión, ¿no?

Claro. Para mí, la estética es muy importante: un plus. No es lo mismo salir a cantar con una estética cuidada y atrevida que hacerlo como alguna gente, en pantalón y camiseta, igual que en la prueba de sonido.

En su caso, ha sido un anzuelo para enganchar a muchas personas a la música tradicional.

Fue un camino largo y trabajoso. Antes de Manual de cortejo (2019), mucha gente no creía en lo que hacía.

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Ni se lo tomaba en serio.

Ni me tomaban en serio...

Rodrigo Cuevas publica el disco 'Manual de romería' (Sony). — Ricardo Villoria

Un prejuicio.

"Escapo de la soberbia de esos culturetas aburridos y prejuiciosos que cualquier día se mueren de asco"

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Sí, pero me gustaba que hubiera ese prejuicio, jugar con él, romperlo, provocarlo incluso más... Yo intento escapar de la soberbia y, precisamente, me parecía un prejuicio muy soberbio, propio de esos culturetas serios y aburridos que cualquier día se mueren de asco.

Me gustaba mucho provocar a ese tipo de persona para luego acabarle gustando y decirle: "Chico, relájate y saca el palo de la escoba que tienes metido en el culo".

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De Lorena Álvarez a Pablo Und Destruktion, ¿asistimos a la revitalización de la música en Asturias?

No creo que haya una escena muy potente, como sucede en Galicia y en otros lugares. En los últimos años, Asturias ha sufrido la emigración, la fuga de talento y la decadencia demográfica. Fue muy sangrante. Quizás ahora se está intentando recuperar, aunque le cuesta...

Fundó la asociación La Benéfica para, entre otros fines, luchar contra el abandono del rural. No deja de hablarse de la España vaciada, pero ¿no cree que seguirá vacía hasta que las administraciones la doten de servicios? ¿O piensa que no resulta sostenible proveer de todo tipo de infraestructuras a lugares desperdigados?

Pese a que tenemos más servicios que hace treinta años, la despoblación ha aumentado. No es solamente una cuestión de infraestructuras, porque entonces no había baños ni internet y ahora, con mejores condiciones, la gente se sigue marchando.

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"En la aldea hay mucha más libertad que en la ciudad"

Es algo mucho más complejo, relacionado con la forma de vida, con la ambición y con la falta de autoestima colectiva.

Usted, después de estudiar en Barcelona y de vivir en Galicia, regresó a Asturias. ¿En la aldea hay mayor libertad?

Mucha más que en una ciudad. No hay punto de comparación.

Y puede bañarse desnudo en el río, mientras que en el Manzanares podría tener problemas de salud y de orden público.

En el campo hay más relajación. En cuanto atraviesas el túnel de Guadarrama, la gente no te cede el paso y te obliga a desviarte en la siguiente salida. Es increíble el mal humor que hay en Madrid. No soy capaz de asumirlo.

Álex Casanova saltó al estrellato cuando abandonó la música de baile en gallego y lanzó su nuevo proyecto, Baiuca. ¿Le tocó la lotería o usted ya creía que el décimo premiado era el del folclore?

Sin duda, la gente estaba esperando por ello.

Portada del disco 'Manual de Romería' (Sony), de Rodrigo Cuevas. — Javier Ruiz Pérez

¿Hay un revival del folclore o, en cambio, siempre ha estado vivo, paciendo en el prado hasta que algunos artistas lo han llevado a los clubes y festivales?

Hay una nueva escena que vive del folclore, aunque todos somos hijos de otros. Es muy curioso cómo, después del fanatismo que generó Mercedes Peón entre la gente joven en 2000, tardase tanto tiempo en salir algo parecido.

¿Está a favor del uso de las lenguas cooficiales en el Congreso?

Sin duda.

En cambio, usted no necesita intérpretes ni subtítulos.

Lo mínimo que podríamos esperar de toda esa gente que trabaja en el Congreso es que entendiera las lenguas romances, aunque no las hable.

¿Deberían ser objeto de estudio en las aulas?

No hace falta. Yo no las estudié en el instituto y hablo gallego y catalán, lo que te permite comunicarte con toda la gente de Catalunya, Comunitat Valenciana, Balears... Para hablar esos idiomas no hace falta un esfuerzo sobrehumano.

¿Cree que la supervivencia del asturiano pasa por los neohablantes jóvenes y urbanitas?

Evidentemente, sí, aunque son los que menos lo usan.

Además, sobre el escenario usted habla otros lenguajes, porque también se comunica a través de la estética. Sin embargo, no dejes que el atavío impida escuchar el mensaje.

Las referencias estéticas y audiovisuales son una clave de mi obra. Para mí es natural, no lo hago para epatar. En mi propuesta artística busco la integridad.

¿Cuál es el escritor con mejor pluma?

Mi crush es Xaime Martínez, un asturiano que ganó el Premio Nacional de Poesía Joven Miguel Hernández. Es maravilloso.

En Manual de romería recurre a la tradición, pero también ha escrito algunas letras. ¿El secreto del cancionero popular reside en una sencillez sabia?

Sí, porque es muy directo. Hablamos de cuartetas octosílabas a las que no tienes que añadirle nada, porque son redondas.

"Para mí, la estética es muy importante"

Tampoco pretenden contar una historia compleja, sino pequeños aprendizajes, experiencias, destellos o vivencias. ¡Pum!

También pueden ser caballos de Troya que alojan una crítica social o política. Incluso, de forma velada, una carga sexual.

Bueno, a veces son muy explícitas: "Non me folles nel camín / que non soi una perra, / llevas los coyones a rastru / enllénesme el coñu [de] tierra".

Rodrigo Cuevas publica el disco 'Manual de romería' (Sony). — Ricardo Villoria

Antes de que se cantase a pecho descubierto, usted ya hacía desnudos integrales. ¿Ahora tiene más frío?

En directo ya no me desnudo porque no me apetece y porque quiero que el público se fije en otras cosas, aunque en la portada del disco salgo desnudo.

No cabe duda de que el pintor, Javier Ruiz Pérez, ha sido generoso.

Le dije: "Pónmela un poco grande" [risas].

Manual de romería se grabó en el estudio de Eduardo Cabra (Calle 13), en Puerto Rico. ¿Le ha quedado más bailongo?

Sí. Me apetecía que fuera un disco más divertido, para que la gente se lo pase bien y baile, algo que me encanta. A Eduardo Cabra le pareció bien, porque él también hace cosas muy bailongas.

¿Agarrao o que corra el aire?

Me gusta bailar suelto, el agarrao me parece un rollo.

Bueno, antes era la forma de...

Claro, pero hoy en día no es necesario. Prefiero bailar una jota o una muiñeira.

En cambio, usted ha reivindicado el cortejo.

Hay que disfrutar de todos los momentos. De hecho, a veces puede ser más excitante el antes que el durante.

Ahora toca presentar el disco, cómo no, en La Romería, el nombre de su nuevo espectáculo.

Muchas personas construyeron el lugar en el que vivimos y la libertad de la que gozamos con mucho esfuerzo, incluso a costa de su sangre. Por eso me parece una falta de respeto que haya gente que esté amargada y no sepa valorarlo. Son unos repugnantes que no saben disfrutar de la vida. Me parece fatal y, por ello, lo he reflejado en este disco.

Jurado del Premio Nacional de las Músicas Actuales

El jurado del Premio Nacional de las Músicas Actuales 2023, otorgado a Rodrigo Cuevas, ha estado presidido por el director general del INAEM, Joan Francesc Marco, e integrado por Manuel Ferrand, director del Festival de Música española de Cádiz; Tomás Fernando Flores, director de Radio 3; Almudena Heredero, gestora cultural; Montserrat Portús, directora del Mercat de Música Viva de Vic; Diego Rodríguez de Juan, presentador del programa El sótano de Radio 3; y Carmen Zapata Corbalán, de la Asociación MIM.

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