No deja de ser curioso que un festival como Rock in Rio, que tanto le debe a las marcas (el 55% del coste está cubierto por los patrocinadores antes de que suene una sola nota de música), haga un anuncio promocional en el que un tipo se cuela de noche en El Corte Inglés. ¿Es posible que en el fondo el evento sea una conspiración contra el consumo? Nada de eso. Es una más de las contradicciones (¿o sencillamente falta de prejuicios?) de un festival que confunde desde su mismo nombre: ni todo es rock, ni se celebra en Rio.

En realidad, el intruso es Carlos Jean y su objetivo no es otro que hacerse con el material necesario para organizar una sesión de DJ a las puertas del centro comercial para promocionar la segunda edición del festival, que se inicia hoy en Arganda del Rey (Madrid). Ya se han vendido 300.000 entradas para los cinco días de conciertos en la Ciudad del Rock, un gran recinto en el que la música se complementará con atracciones que van de la ya famosa tirolina hasta una noria, pasando por desfiles de moda, tiendas y restaurantes (este año se han ahorrado la pista de esquí).

El césped artificial temblará con Rage Against the Machine y Metallica

El aficionado que se lance hoy desde la tirolina a eso de las nueve y media tendrá delante a Macaco, el encargado de abrir los conciertos en el monumental escenario Mundo. El que decida subirse a la noria a esa misma hora disfrutará de la actuación de Mago de Oz en el escenario Sunset. Eso sí, a través de los chorros de agua que lanza al aire la gran fuente que preside el recinto.

Con tanta atracción, es posible que los niños que asistan a la jornada familiar de este domingo ni siquiera lleguen hasta el fondo de la Ciudad del Rock, donde actuará por primera vez en España Miley Cyrus, la artista también conocida como Hannah Montana. Poco antes actuará Amy McDonald, la cantante escocesa llamada a engrosar la lista de esa categoría de artistas conocida como one single hit (cantante de un solo éxito). El éxito se tituló This is the life y está claro que sonará.

Calle 13 presumirá de grammys y de llevar el reggaeton a las élites musicales

Entre los dos fines de semana en los que se celebra el festival (este y el próximo, aunque en realidad las fechas del próximo son el viernes 11 y el lunes 14) se establece una batalla a cuchillo entre el rock blando y el rock duro. El primer género lo defienden esta noche los españoles Pereza con sus poses stonianas y sus riffs de guitarraedulcorados. Dos chuletas, Leyva y Rubén, que por una vez no serán el centro de atención del sector femenino de la audiencia, ya que justo detrás de ellos saldrá a escena un Jon Bon Jovi subido a otra noria: la de la eterna juventud.

Mayor contundencia promete la próxima semana, cuando dos apisonadoras como Rage Against the Machine y Metallica (estos últimos, ya habituales en los últimos años por tierras españolas) pondrán a botar a la masa, con consecuencias impredecibles para el césped artificial de la Ciudad del Rock. Quien se pregunte qué hace en un festival hiperpatrocinado por marcas muy poderosas un grupo como Rage Against the Machine, que lleva en su mismo nombre la lucha contra la 'máquina' (y el consumo compulsivo es parte de ella), que tenga en cuenta que hace dos años Neil Young cobró casi un millón de euros por su actuación. Y además, si Rock in Rio puede relativizar su nombre, ¿por qué no lo podría hacer el conjunto californiano?

Las actuaciones de pesos pesados del rock de final de siglo XX como Jane's Addiction y Motorhead sirven de contrapunto a otro de los ejes vertebrales de Rock in Rio: el pop superventas, con dos divas recientes como Shakira y Rihanna, que actuarán mañana sábado. Las precederá el dúo de Puerto Rico Calle 13, que presumirá de grammys y de haber llevado el reggaeton a la elite musical.

Entre las curiosidades, es destacable el programa de colaboraciones entre grupos del escenario Sunset. Esta tarde la malagueña Anni B. Sweet y los mexicanos Zoé tocarán juntos, el 11 de junio será el turno de O'Funk'illo y Los Rumbers y el día 14 la unión se producirá entre Hail! y Barón Rojo. Sería gracioso que el concierto de Barón Rojo coincidiera con un desfile de moda de Tommy Hilfiger. Cosas que sólo pueden ocurrir en Rock in Rio, en Arganda del Rey.