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La República renace en la sala Mirador

Se estrena 'Granos de uva en el paladar', un recorrido desde la Segunda República hasta nuestros días que reivindica la memoria. La obra se estrenó en Argentina y ahora aterriza en España hasta el día 21. Está apadrinada por Baltasar Garzón

ALFONSO ÁLVAREZ-DARDET

ALFONSO ÁLVAREZ-DARDET

Unos meses antes de que el exjuez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, fuese inhabilitado de su cargo por prevaricación por las escuchas del caso Gürtel, la escritora Susana Hornos y la directora y dramaturga Zaida Rico estrenaban en Buenos Aires (Argentina) su obra Granos de uva en el paladar, una función basada en tres cuentos de Hornos. En ese momento no sospechaban que sus caminos y el del magistrado llegarían a unirse. Fue más adelante, cuando tras el éxito de la función decidieron organizar en su país de acogida unas jornadas culturales de nombre España en el corazón y lo invitaron a participar.

"Con bastantes meses de antelación llamamos a Garzón, que todavía no había sido inhabilitado y nos dijo que el 1 de marzo iba a estar en Argentina", relata Rico. Lo tuvieron claro, las jornadas las harían esa fecha, para que pudiera asistir. Pasó el tiempo y el juez hizo su viaje, hacía un mes que se había dictado sentencia en su contra y aquella fue la primera vez que habló en público. "Fue muy especial, vino a todas las actividades que organizamos aquella semana", recuerda Hornos. Desde entonces se creó un vínculo entre la compañía y el letrado. "Cada vez que viene a Argentina nos vemos para cenar. Ahora es un amigo". Garzón acudió a ver la función a Buenos Aires justo después de ser inhabilitado por el 'caso Gürtel'

Hace ya más de cuatro años que cuatro españolas y una chilena comenzaron esta aventura en Buenos Aires y la asignatura pendiente ha sido desde siempre traerla a España. "Es una espina que tienen clavada", aseguran. Lo primero que hicieron cuando confirmaron las fechas de su gira en España fue avisar a su amigo, el abogado, y cómo no, lo invitaron a acudir a una de sus funciones. Dicho y hecho, el próximo 21 de diciembre acudirá a la sala Mirador, donde este jueves estrenan, y después de la función ofrecerá una charla-debate.

Aunque la función relata tres historias diferentes estas tienen un nexo en común: la temporalidad, que gira desde poco antes de la Segunda República hasta nuestros días. El abanico de acontecimientos que abordan los diferentes relatos va desde la Guerra Civil, pasando por la dictadura franquista hasta la injusticia del olvido. "Venimos de un país en el que el olvido a las víctimas ha sido muy grande y sin embargo en Argentina ha sido una política de Estado", explica Hornos. Trilogía republicana


Esta es la primera parte de una trilogía, de nombre Trilogía republicana. Granos de uva en el paladar es lo que ellas han llamado la parte roja, y se centra en la Memoria Histórica. La segunda parte, que han estrenado este año en Buenos Aires y se llama Pineda tejen lirios correspondería a la parte amarilla y se centra en la lucha armada. La tercera está en este momento en fase de creación, sería la parte morada y estaría dedicada al exilio.

Hornos: "Toda la vida escuché a mi abuela lamentándose por la pérdida de su hermano"Aunque los relatos son inventados están basados en acontecimientos que ocurrieron. "Cuando escribí los cuentos", explica Hornos, "muchas de las historias que me rondaban se centraban en aquellas que había escuchado a mi familia. Tengo un tío abuelo enterrado en la Barraca, en La Rioja. Toda la vida escuché a mi abuela lamentándose por la pérdida de su hermano. En una de los relatos hay una fosa común y un chico tiene la edad que tendría mi tío abuelo cuando murió. No es él, no tiene nada que ver, pero evidentemente eso estaba ahí cuando empecé a escribirlo", explica la literata.

Lorena Carrizo, Maray Méndez y Ana Noguera (todas españolas menos la primera, de Chile) son el resto de integrantes del elenco. Cada una representa un personaje distinto en cada momento de la función. Y todas tienen una crónica personal de un familiar que murió en la Guerra Civil, menos Carrizo, que vivió los tiempos de la dictadura militar de Pinochet en la otra parte del charco. Se fueron a vivir a Argentina atraídas por ese aroma teatral que desborda la ciudad. "Descubrir cada una ese camino personal, sin duda ha enriquecido nuestros personajes", explica.

Desde que se estrenó la función no han dejado de recibir apoyo de todos los grupos sociales que luchan contra el olvido. Desde FIBGAR, la fundación Baltasar Garzón, han recibido innumerables ayudas, el último es un vídeo de este y otros personajes, como el director de cine Montxo Armendari y otros vinculados a la tarea de honrar la Memoria Histórica recomendando la función. Ahora le toca el turno a España, ese país que crea leyes para que aquellos hechos que sucedieron caigan en el olvido. Veremos qué pasa.

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