Rajar la historia del arte en directo para incluir a las mujeres
A caballo entre la edición y el sabotaje, la artista zamorana María Gimeno resquebrajará este sábado en el Museo del Prado un clásico de la 'Historia del Arte' para reivindicar a las artistas cuya obra y trayectoria ha sido olvidada por la Academia.
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madrid,
Rajar un libro tiene algo de obsceno. La palabra frente al cuchillo –estaremos de acuerdo– no parece un duelo proporcionado, tampoco especialmente útil. Pero como en todo, hay excepciones. Es el caso, por ejemplo de la performance Queridas viejas. Editando a Gombrich, una propuesta en la que la artista zamorana María Gimeno tiene a bien diseccionar con esmero un tocho de casi setecientas páginas.
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El volumen de marras está considerado un clásico en la divulgación de la Historia del arte y corre a cargo del austriaco Ernst Gombrich. Desde su publicación, a mediados del siglo pasado, la obra se ha ido progresivamente posicionando como una obra de referencia en dicho campo, hasta el punto de que está considerada como la expresión escrita del canon en el ámbito de la Historia del arte.
Un canon confeccionado por hombres que, como Gombrich, fue alimentando una historiografía en la que la mujer quedaba relegada a la figura de musa. Quizá en ese sentido la obra del austriaco, por su relevancia, simboliza una injusticia que se ha ido perpetuando a lo largo del tiempo. No en vano, de sus casi setecientas páginas, tan sólo una mujer aparece referida; la alemana Käthe Kollwitz tiene ese relativo honor.
Gimeno lleva un tiempo reivindicando una herida que no supura. Para ello, lejos de echar mano de ungüentos que faciliten la cicatrización, ha preferido escarbar en lo que duele. Provista de un cuchillo de grandes dimensiones, la zamorana tiene a bien rajar la sacrosanta obra de Grombich para hacer hueco a noventa mujeres artistas de los siglos XI al XX. Un ejercicio de reparación que tiene previsto escenificar este sábado en el Museo del Prado como actividad complementaria de la exposición Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana. Historia de dos pintoras.
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La representación complementará las dos obras que Gimeno ya exhibe en dicha muestra y que, para vergüenza de El Prado, sería la segunda que la pinacoteca dedica sólo a mujeres en sus 200 años de historia (la primera tuvo lugar en 2016 con obras de la flamenca Clara Peeters).
La artista, tal y como informa el museo, prevé seguir el orden cronológico y geográfico que en su día estableció Gombrich, "la acción implica engordar el libro, haciendo sitio a las mujeres creadoras, mediante cortes a cuchillo en su interior e incluyendo las páginas que faltan, para que no sean unos anexos, colocándolas en el lugar exacto que les corresponde dentro de La Historia del Arte”, junto a sus contemporáneos".
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A caballo entre la edición y el sabotaje, Gimeno comparecerá a partir de las siete y media de la tarde del sábado en el auditorio de El Prado, y procederá a la inclusión de mujeres olvidadas en el clásico de Gombrich con una presentación previa de cada una de ellas.