Los Premis Octubre se mojan a fondo en defensa de la libertad de los presos del procés
Lluís Llach, Jaume Alonso-Cuevillas y Javier Perez Royo participan en Valencia en un coloquio sobre el documental '20 -S ', que explica las movilizaciones que tuvieron lugar ante el departamento de Economía y la sede de la CUP el 20 de septiembre de 2017, diez días antes del referéndum de autodeterminación.
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madrid,
Lluvia. Un elemento cargado de simbolismo, de renovación de revitalización. Lluvia como acelerador del movimiento, del cambio. Sin lluvia, sin agua los árboles se mueren y hasta en infinidad de pasajes bíblicos los malos aparecen ahogados y los buenos se salvan. La de ayer fue una jornada lluviosa en Valencia, tarde de lluvia y noche de lluvia. Seis horas en que dos actos, en dos lugares diferentes estuvieron marcados por la lluvia y por un sentimiento de revitalización al grito de "Por la libertad". Este fue el grito que se pudo escuchar en el Palau de la Exposición en la entrega de los Premios Octubre.
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Eran casi las once de la noche y fuera la lluvia había cesado. Unas horas antes a unos cientos de metros los asistentes a la proyección del documental 20-S participaron en un coloquio. Fuera llovía, al abrigo de una sala completamente llena los asistentes concluyeron que se trata de la libertad, de la democracia. Pero vamos hasta el final de la noche.
Volvemos hasta el Palacio de la Exposición, donde la Editorial 3 y 4 celebraba la 47 edición de los Premis Octubre, un año en que cumplen medio siglo de vida. Quizá la lluvia, prendió no sólo físicamente, sino espiritualmente y algunos, tal vez, se dejaron llevar por los cánticos que entonaban los jóvenes revolucionarios de mayo del 68: "Ha de llover a cántaros". Y el acto de clausura se convirtió durante varios minutos en una proclama por la libertad de los políticos catalanes encarcelados entre aplausos, que como la lluvia que caía fuera, no cesaban.
El detonante: los premios de Actuación Cívica a presos y exiliados
Esta edición de los premios quedará marcada por la historia de la editorial, de la política y del mundo literario como una jornada en la que lo político se hizo evidente en el universo de las letras, aunque siempre hayan ido de la mano. Fue una gala dominada por la emotividad. Desde el inicio, con la proyección de un vídeo en el que se recogen los 50 años de la editorial, la entrega de los premios en las categorías de narrativa, ensayo, poesía y teatro. Actos que dieron paso a la entrega de los Premis Octubre de Actuación Cívica a los familiares, presos y exiliados. La puesta en escena para apelar a las emociones de los presentes.
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Montse Castellà, cantautora, se encargó de canalizar las emociones de público al interpretar una canción compuesta pensando en los exiliados y sus familias.
El editor Eliseu Climent subió a un escenario apoyado por una pantalla en la que se podía leer: Por la libertad y atribuyó el galardón por "radicalidad democrática" de los políticos catalanes y su lucha para defender y difundir la imagen de libertad. Cuando definió a Carles Puigdemont como el "presidente legítimo de la Generalidad de Cataluña", los asistentes liberaron todas las emociones con fuertes aplausos. Sólo era el principio.
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Uno por uno, nombraron a los premiados, encarcelados o exiliados. Y luego subieron al escenario sus familiares para recoger el premio: Imma Bramona, cuñada de Oriol Junqueras; Ferran Pegueroles, hijo de Carmen Forcadell; Blanca Bragulat, esposa de Jordi Turull; Nieves Cuixart, hermana de Jordi Cuixart; Susanna Barreda, esposa de Jordi Sánchez; Diana Riba, pareja de Raül Romeva; Laura Masvidal, esposa de Quim Horno; Beton Comín, hermana de Toni Comín; Alba Puig, hija de Lluís Puig; Oriol Ponsatí, hermano de Clara Ponsatí; Ferran Civit, compañero de Meritxell Serret; Meritxell Luís, esposa de Josep Rull; y Montse Puigdemont, hermana de Carles Puigdemont. Además subieron, la consejera de Justicia Esther Cura en nombre de Marta Rovira; Guillem Agulló padre, en nombre de Anna Gabriel; y Lluís Llach, en nombre de Dolors Bassa.
Pero, sin duda, el momento más emotivo fue la presencia simbólica de presos y exiliados con su propia voz al escribir una carta firmada por todos, sin distinción partidaria y con la unidad como eje de acción. Meritxell Lluís, presidenta de la Asociación Catalana por los Derechos Civiles, fue la encargada de leer la carta. Una carta que comenzaba dando las gracias cuanto al "apoyo de la gente, a las cartas y actos, los donativos para la asistencia jurídica, para la atención a las familias, a los que muestran el lazo amarillo". La carta hace un llamamiento a la "movilización pacífica, el derecho a aspirar a la República Catalana, a un sueño. Hoy añadimos a la lista de agradecimientos a los Premis Octubre. Que nuestra prisión y el Nuestro exilio sirva para recordar todas las personas privadas de libertad ". La carta concluye con una llamada a la tenacidad: "Saldrán, sean las que sean las sentencias".
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De nuevo, el público rompió, en pie, con aplausos.
El apoyo institucional
El acto dio paso a la representación de las instituciones, con la presencia en el escenario de los responsables de Cultura de Baleares, Cataluña Comunidad Valenciana, Fanny Tur, Laura Borràs y Vicent Marzà, respectivamente. Un hito que nunca antes se había producido.
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Después fue el turno de los presidentes de los parlamentos de Cerdeña, Gian Franco Ganau; Cataluña, Rogert Torrent; y Valencia, Enric Morera.
Roger Torrent hizo un recordatorio muy emotivo que comienza con Carmen Forcadell, encarcelada "no a mucha distancia de aquí para permitir que un parlamento se pueda hablar de todo. Gente buena, buena gente. Presos y exiliados políticos por haber defendido la libertad de expresión. Una libertad de expresión que está en peligro para todos ".
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Torrent se refirió a la presencia de los responsables de Cultura de "los tres países" y recordó que "tenemos un pasado común, una historia común y un futuro conjunto".
Nueva ronda de aplausos de los asistentes. Pero quedaba la intervención del presidente de las Cortes Valencianas, Enric Morera, que en un día de lluvia se mojó como la segunda máxima autoridad del País Valencia. "No hay derecho al ensañamiento con los presos políticos en Cataluña. No hay derecho", sentenció entre aplausos de los asistentes y terminó lanzando un mensaje al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: "No se puede ser equidistante con la gran injusticia y la involución democrática que ha sufrido el Estado ".
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La noche literaria parecía quedar eclipsada por la política, pero quizás siempre han ido de la mano. Fue la consejera de Cultura de las Islas Baleares Fanny Tur quien dio la respuesta: "La buena poesía y la buena literatura siempre son subversivas".
Y se confirmó en la concesión del Premio de narrativa a Salvador Company (Valencia, 1970), con la novela Fondo de formas. Company, al recibir el premio citó a George Orwell: "la primera víctima de una guerra es la verdad. Aquí lo sabemos por la Batalla de Valencia. En Cataluña hay presos políticos, pero en Valencia y las Islas hay políticos presos , de manera ignominiosa ".
El Premio de Ensayo Joan Fuster fue para Antoni Martí Monterde (Turís, Ribera Alta), con la obra París, Madrid, Nueva York: los Ciudades de Lejos de Josep Pla.
Carles Mulet recibió el premio de poesía por Nacimiento de Islandia y el premio Pere Capellà de Teatro fue entregado ex-aequo a Nieves Navidad para Salvajes ya Queralt Riera por El amor (no es para me dijo Medea) .
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Por la libertad de la democracia
Unas horas antes y en Octubre Centre Cultural, dentro del ciclo Festival de Cine Ciudadano Comprometido 2018 se proyectó el documental 20-S, de Lluís Arcarazo y Jaume Roures. El acto ha sido organizado por Toni Gisbert, secretario de Acción cultural del País Valencia y José Ignacio Pastor, presidente de ACICOM (Asociación Ciudadanía y Comunicación).
El salón de actos se quedó pequeño y muchas personas se quedaron fuera sin poder asistir a la proyección y posterior coloquio con invitados de lujo: Lluís Llach, presidente del Consejo Asesor del Foro Cívico y Social para el Debate Constituyente, y Jaume Alonso-Cuevillas, abogado de Carles Puigdemont, a los que se añadió Lluís Arcarazo, director y guionista del documental.
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El periodista de Públic, Marià de Delàs, dio paso al coloquio destacando el valor periodístico excepcional de 20-S, un documental producido y realizado “el día de los hechos, en los lugares de los hechos y con los protagonistas de los hechos”, en contrasta con la realidad inventada en determinados platós de televisión.
20-S es una reconstrucción minuciosa, mediante el relato de los propios protagonistas, los hechos que ocurrió a la Consejería de Economía y Hacienda, en la sede de la CUP y en las calles de Barcelona, el día 20 de septiembre de 2017 .
Tras la proyección se abrió el coloquio con las preguntas del público que estuvo muy participativo.
Ferran Suay preguntó si el documental se puede utilizar como prueba en el juicio y la respuesta de Cuevillas fue que "les da igual, lo propusimos, pero dicen que está basado en mentiras".
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Pilar Bonet preguntó sobre el espectro político y la relación con el independentismo, si se puede ser de izquierdas y no estar a favor de la autodeterminación. El encargado de la respuesta fue LLuis Llach: "la gente de izquierdas no puede estar en contra de la autodeterminación”.
Otra pregunta fue la de Miguel Forcada de cómo hacer frente a la dieta mediática española. Arcarazo respondió que el documental tuvo un 35 por ciento de audiencia en TV3 y se preguntó si "el hecho de estar aquí no es volver a épocas pasadas", en referencia a que sólo se ha proyectado en determinados espacios y no en las televisiones de ámbito estatal.
Entre el público se encontraba Javier Pérez Royo, catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad de Sevilla y comentarista político, quien habló de la "pos verdad, que se presenta como un hecho algo que no tiene justificación". "Es como el mundo del revés, es una decisión política".
El debate se produjo en un tono animado y con toques de humor. Como cuando Lluís Llach se dirigió a Perez Royo para decirle que "sabemos que no eres independentista pero trataremos de convencersete", o cuando Alonso Cuevillas contó la anécdota que como profesor de Derecho le llaman el profesor Pinocho, porque "explico garantías de que no se respetan".
Sobre el futuro de Jordi Cuixart i Jordi Sànchez, Cuevillas dijo que el judicio "es todo una gran farsa. No se puede juzgar a nadie por un delito que no se ha cometido" y anunció que a pesar de los recursos todo este proceso no puede durar más de dos años y que Estrasburgo, finalmente, acabará dándoles la razón.