Público
Público

Pombo:"Estamos ante el fin de un capitalismo sin regulación"

Álvaro Pombo es directo y no se anda con ironías, temática que precisamente abordará hoy en una conferencia en el Festival Vivamérica

PAULA CORROTO

Pombo (Santander, 1939) es un hombre apasionado. Además, es de los que se moja y entra al trapo en todos los temas, ya sean literarios, políticos o económicos. Y lo hace de forma clara. Sin ambigüedades.

En la conferencia de esta tarde hablará sobre la ironía, un arma muy política. Por cierto, estamos abrumados con las elecciones de EE UU, y creo que usted se decanta por Obama. ¿Por qué?
Porque estoy harto de políticos mal informados, y Obama es una persona que me parece que sabe mucho y quiere aprender de lo que no sabe. No es un tipo sólo de acción, sino que también es contemplativo. Y hay una cuestión a la que le doy mucha importancia: hablar de los temas complejos desde su complejidad, no simplificarlos. John McCain hace gala del streigh talk, que es hablar de forma llana. Obama no lo utiliza, pero es que creo que no siempre se puede utilizar este streigh talk.


¿Qué le parece la intervención de los gobiernos en el mercado, cree que estamos ante el final del capitalismo?
No, no, para nada. Estamos ante la corrección que el capitalismo necesitaba. El capitalismo es un modo de hacer las cosas, pero ha demostrado que no se corrige a sí mismo. Esto no es una socialización del capitalismo, pero sí un fin del capitalismo salvaje... Porque yo creo que el estado debe intervenir para estas cosas, al igual que debe hacerlo en temas como la educación, al contrario de lo que dicen los imbéciles que están contra de Educación para la Ciudadanía.


¿Cómo se postula el pensamiento de izquierda ante esta intervención en países ultraliberales?
Es que esa idea de la dicotomía entre el capital y el trabajo está anticuada. Porque... ¿quién es el trabajo? Y ¿quién el capital? No hablo de los muy ricos, claro, sino de las clases medias... Pero si hablamos de economía, lo que creo es que hay que reajustar el sistema con la intervención estatal. Ahora bien, sería muy jactancioso por mi parte si quisiera dar una solución.


¿La intervención de EE UU supone un cambio para la forma habitual en la que éste país entiende la economía o volverá a las andadas una vez superado el bache?
No lo sé. Lo que creo es que EE UU ha aprendido una verdad que olvidó durante los ocho años de mandato de Bush, y es que no es autosuficiente. Yo creo que todo esto ha sido buenísimo para bajarle los humos a un país que creía que lo era todo.


Por cierto, usted firmó el manifiesto a favor del castellano..., ¿realmente cree que está en peligro?
Vamos a ver, al castellano no le pasa nada. A mí lo que se me dijo fue que el castellano atravesaba por una situación complicada en Cataluña, el País Vasco y, en menor medida, pero también, en Galicia... Se trataba de señalar que no hay que perder el castellano. No era una manifiesto en contra de nada, ni contra las lenguas autonómicas ni nada de eso, sino que era a favor de un equilibrio.


Así que pensaba que había un desequilibrio en contra del castellano.
No lo sé, no lo sé. Yo no estoy en política y no quiero... A ver, no he notado ninguna hostilidad cuando por ejemplo voy a Catalunya y hablo en castellano. Pero sí me parece que en ciertos medios y sobre todo en la Administración hay más problemas, aunque reitero que yo no vivo allí y que cuando estoy por allí hablo igual que en Madrid.


Al contrario que otros firmantes, usted sí apoyó la ley del matrimonio homosexual, que a la Iglesia no le sigue haciendo mucha gracia.
Yo estoy por norma en contra de todo lo que diga la Iglesia Católica. Siempre han estado fuera de juego y cuando han entrado lo han hecho para matar. La religión jerárquica está para que la tiren al vertedero.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?