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El primer filme que cuenta la mítica huelga de los estudiantes mexicanos de la UNAM

Alonso Ruizpalacios mira a la histórica huelga estudiantil de la UNAM mexicana para retratar a la juventud de hoy en Güeros. 

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Güeros, ópera prima de Alonso Ruizpalacios.

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MADRID.- Una road movie por la Ciudad de México, plagada de decisiones comercialmente suicidas, se ha convertido en una de las películas con más premios del cine reciente. Güeros, ópera prima de Alonso Ruizpalacios, es el primer filme que retrata la histórica huelga de los estudiantes de la UNAM. La mirada sobre aquella no es especialmente complaciente, lo que le ha valido que le llovieran algunas críticas un poco ácidas.

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El marco del relato es la huelga de los estudiantes mexicanos de la UNAM, a finales de 1999. Un acontecimiento histórico de dimensiones especialmente relevantes, al que Ruizpalacios desprende de casi cualquier pista temporal, consiguiendo así que el movimiento estudiantil sirva de reflejo a la juventud de hoy.

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La promesa rota de una generación

'Güeros', la road movie por Ciudad de México, cuenta la histórica huelga estudiantil de la UNAM de 1999.

Jóvenes indecisos, desgastados, resignados

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"¿Cómo te atreves a hablar de estos temas"

A ello, Ruizpalacios, añade “intolerancia, racismo, clasismo…”, que le han valido algunas amenazas. “Pinche güerito fresa ¿cómo te atreves a hablar de esos temas?” le reconvinieron en la presentación del filme en Nueva York, donde el director concluyó que él era una “persona liberal, de izquierda”, que lamentaba muy especialmente “la falta de autocrítica, porque eso es lo que nos tiene donde estamos. Por eso hay tantos políticos corruptos de izquierda, por esa falta de autocrítica”.

El filme muestra en la pantalla la miseria urbana, el laberinto real de México D.F.

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Los contrastes de la Ciudad de México

Con momentos dedicados a la autoparodia, a la autocrítica del cine independiente mexicano, Güeros está protagonizada por actores muy populares, como Tenoch Huerta o Ilse Salas, con los que comparten protagonismo unos desconocidos, pero igualmente brillantes, como Sebastián Aguirre y Leonardo Ortizgris.

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