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La peripecia del DJ preso Angel Dust irá al cine

Héctor Herrera realizará una película sobre el encarcelamiento del músico

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Angel Dust, mítico DJ de la noche barcelonesa, fue detenido el 17 de septiembre de 2008 en Panamá junto a su esposa Kene cuando intentaban subir a un avión con varios paquetes de cocaína adheridos al cuerpo. La próxima semana los juzgarán. Dust asegura que los narcos los amenazaron con matar a su hija si no pasaban la droga. Se juegan 15 años de condena.

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"Eran el prototipo de mulas -dice el policía que los detuvo-. Por eso no creí que lo fueran. Los habría dejado pasar pero ella cometió un error: al aupar a la niña, se le marcaron las bolsas de droga".

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El músico va a ser juzgado en Panamá por tráfico de drogas

Aquel rubio delgadito de ojos azules a quien nunca habían detenido, que jamás se peleó, fue encarcelado en La Joya, nido de delincuentes peligrosos y asesinos múltiples que una vez sirvió como cuartel militar. Poco después, la piel de Francisco López, nacido en México, residente varios años en Canadá, proyectado desde la disco La Paloma como DJ Angel Dust, se infectó.

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Es muy posible que Dust continúe respirando gracias a Héctor Herrera, panameño director de cine residente en la misma Barcelona del DJ. "Cuando llegué, él ya montaba fiestas por toda la ciudad", dice Herrera, a quien telefoneó el hermano de Dust al enterarse de la detención.

"Eso es muy grave, Mauricio", respondió Herrera, director de One Dollar' documental donde retrata la realidad de los pandilleros panameños, su desmesurado consumo de crack, el cotidiano uso de armas de fuego, el desastre nacional.

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El filme reflejará la dureza de las cárceles en Centroamérica

"Y la nena está sola", dijo Mauricio aludiendo a la hija de 2 años de Ángel y Kene.

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Un día después, el 18 de septiembre, Herrera y Mauricio aterrizaban en Panamá.

Aprovechando la popularidad adquirida tras One Dollar, Herrera pidió a los guardias que vigilaran de cerca DJ y logró un permiso para grabar en prisión. "Tenía miedo dice Herrera. Sé cómo funciona mucha de aquella gente. Pero cuando caminaba entre las celdas, un preso gritó: ¡Eh, One dollar, One dollar!'. ¡Todos habían visto el documental! Y me reconocieron. La prisión se me abrió".

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Aquí, la clave. Porque los funcionarios poco habrían podido proteger a Dust. El negocio de la seguridad carcelaria pertenece a las bandas que gobiernan los pabellones. Los primeros días, el DJ fue siempre acompañado por cuatro escoltas pandilleros. Cuando Herrera supo que existía un penal con estudio de grabación, intentó el traslado del reo. El buen comportamiento de Ángel y la ayuda del consulado de Canadá el DJ posee el pasaporte de aquel país, facilitaron su traslado al centro vip El Renacer, donde se concentran los traficantes más adinerados, políticos, empresarios...

"Me estoy sacando un máster en delincuencia y maleantería", ironizaba Dust, que de pronto dispuso de un estudio para componer. Sus nuevos colegas, fans del rap, el hip hop y el reaggae reversionado, se acercaron a recibir clases. "Se ganó el respeto a través de la música", dice Herrera. Ya ha producido más de 80 temas en El Renacer.

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Herrera, que prepara una película sobre esta historia Ángels Dust (Polvo de ángeles), también contribuye como puede a impulsar proyectos en las cárceles de su país "porque deben ser los individuos los que tomen la iniciativa, el Gobierno hace poco". La única fundación de ayuda al detenido estaba dirigida por Javier Justiniani. Una de sus demandas más insistentes era el derecho de los prisioneros a recibir visitas cada 15 días, como siempre se había hecho, en lugar de cada mes, como imponía la nueva ley. Justiniani fue reiteradamente amenazado. Escribió al presidente del país Ricardo Martinelli, apodado El Berlusconi de Panamá y al ministro de Justicia rogando que dejaran de presionarlo. Justiniani fue asesinado hace poco más de un mes.

Después de la invasión estadounidense en 1990, la violencia se disparó. En la primera semana de 2010, hubo 27 homicidios en un país de tres millones de personas. Hoy, dentro de las prisiones circulan granadas y ametralladoras. Y el presidente Martinelli se ha propuesto atajar la violencia endureciendo leyes: los 15 años por narcotráfico se han convertido en 20; el homicidio ha pasado de 20 a 50 años; la edad penal se ha rebajado de 14 a 12 años...

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"Los cárteles del mundo se están peleando por este territorio, así que aquí y en Colombia se han abierto grandes escuelas de sicarios... que utilizan a la gente más joven para matar. Rebajando la edad penal, sólo se conseguirá que los criminales comiencen antes", afirma Herrera, cuyo objetivo más inmediato es reunir el dinero necesario para pagar al abogado de Dust. El DJ se ha separado de su mujer en la cárcel.

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