'La novia abominable' abre al espectador la mente de Sherlock
Una novia cadáver vengativa
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MADRID.- Es uno de los grandes misterios de la literatura y, por ende, de la ficción cinematográfica y televisiva que tantas veces se ha adentrado en el mundo de Arthur Conan Doyle. ¿Cómo funciona la mente de Sherlock? ¿Qué piensa realmente? ¿Qué ocurre dentro de ese cráneo privilegiado que diría Valle-Inclán? ¿Tiene sentimientos? Ahora, gracias al especial navideño de Sherlock, ese gran misterio ha sido, en parte, despejado.
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(Nota: Este texto contiene spoilers para quienes no hayan visto 'La novia abominable')
Sherlock viaja a lo que él llama su Palacio Mental abriendo sus puertas al espectador, invitado privilegiado, para resolver ese caso ambientado en la época victoriana
El caso que presenta La abominable novia gira en torno a una mujer vestida con traje nupcial que se suicida y vuelve una y otra vez para atormentar a los miembros del sexo opuesto. Holmes (Benedict Cumberbatch) y Watson (Martin Freeman) son contratados por la esposa de uno de esos hombres a los que visita la novia cadáver para que salven a su esposo y resuelvan el misterio. Ese es el planteamiento superficial, por decirlo así. La percha para adentrarse en la mente de Sherlock, que viaja a lo que él llama su Palacio Mental abriendo sus puertas al espectador, invitado privilegiado, para resolver ese caso ambientado en la época victoriana pero con profundas conexiones con la modernidad en la que transcurre la serie y que tanto éxito ha tenido.
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Si bien la acción, o al menos gran parte de ella, se desarrolla en la época en la que Conan Doyle creó a su personaje más popular y los habituales artificios visuales como los mensajes de texto o las búsquedas en Internet son sustituidas por recortes de periódico, La novia abominable está plagada de referencias y guiños a lo acontecido en los nueve episodios que la preceden. Así se puede revivir, en el siglo XIX y como si de una realidad alternativa se tratase, el primer encuentro entre los dos protagonistas y la relación con otros como Molly (Louise Brealey), Lestrade (Rupert Graves), la señora Hudson (Una Stubbs) y, por supuesto, Mycroft (Mark Gatiss).
Una novia cadáver vengativa
Están todos, hasta Moriarty (Andrew Scott). Un Moriarty más desatado que nunca, más estridente. En realidad, más como lo ve su antagonista. La novia resucitada simboliza a ese Moriarty renacido al final de la tercera temporada. Si Sherlock descubre cómo es posible que Emilia Ricoletti haya vuelto a la vida tras suicidarse con un disparo en la cabeza, quizá descubra también cómo es posible que su archienemigo haya regresado de entre los muertos.
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El capítulo entero está plagado de metáforas, paralelismos, juegos mentales e idas y venidas con un Sherlock más protagonista que nunca
El caso es fantasmagórico y, conociendo a Sherlock, se sabe desde el inicio que la resolución no será nada paranormal. En ese camino de búsqueda de la racionalidad a través del Palacio Mental del protagonista, el espectador descubrirá no sin cierta sutileza y casi de puntillas algún que otro detalle de su intrincada personalidad y particular visión de quienes le rodean. Partiendo de la base de que mucho de lo que se ve en La novia abominable sucede en la mente de Sherlock, el hecho de que el Watson que se presenta sea más rápido de mente de lo que tiene acostumbrado al espectador se debe a que esta es la imagen que su socio tiene en realidad de él.