Público
Público

"Si no me muero es porque aún escribo"

Carlos Fuentes publica 'Adán en Edén', una novela de corrupción y amor

PAULA CORROTO

Dice el mexicano Carlos Fuentes (1928) que su última novela, Adán en Edén (Alfaguara), nació de 'un árbol erótico-amatorio' entre una pareja en la que las dos partes son 'fuertes e inteligentes'. Dice también que después fue floreciendo y llenándose de seres corruptos, turbios y malvados. 'Si una novela habla sólo de gente buena, resulta aburrida. Es la parte turbia del alma la que mejor nos retrata. Y no es que haya sólo personajes malditos, sino que son los más interesantes', se excusó ayer durante la presentación de esta obra.

La novela, una especie de reportaje de ficción está enmarcada dentro de su serie El tiempo político. Fuentes vuelve a adentrarse en el tema de la corrupción, 'la virtud mejor distribuida del mundo', apostilló, y en la lucha contra los criminales en México.

Con respecto al combate contra el narco, el escritor tiene sus recetas: la despenalización del consumo de drogas, 'a lo que ya llegamos tarde', o bien la creación de una policía secreta 'al estilo de las fuerzas israelíes. Hay que emplear medios más rudos para gente ruda', ratificó el escritor quien aprovechó para lanzar su opinión sobre el juez Baltasar Garzón: '¡Bravo y adelante!'.

A sus 82 años, Fuentes señaló que si 'no me muero es porque aún escribo'. Y porque la escritura le provoca dudas: 'La literatura no está asociada al bien o al mal, sino a la duda y la imaginación. El valor ético puede ser postizo y convertirse en algo como lo que hizo Corín Tellado'.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?