Neil Young, crítico con los precios de las entradas en Ticketmaster: "Las giras ya no son lo que eran"
"Se acabó. Los viejos tiempos se han ido", así lo ha dejado claro el músico en el nuevo 'post' de su 'website' Neil Young Archives. El artista es partidario de preocuparse por los fans que "han sido estafados por los cargos adicionales".
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MADRID, Actualizado:
Enfado de los fans, entradas agotadas sin completarse el aforo de los estadios, reventa descontrolada, mala gestión ante la resolución de los conflictos, la tardía devolución del dinero... ¿Les suena?
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Pues bien, el artista canadiense Neil Young ha sido el último en denunciar públicamente las prácticas de la empresa estadounidense Ticketmaster por el precio abusivo de los conciertos en muchas giras de las diferentes bandas de música. "Se acabó. Los viejos tiempos se han ido", así lo ha dejado claro el músico en el nuevo post de su website Neil Young Archives. "Las giras ya no son lo que eran", ha enfatizado.
Acudir a un concierto de música supone a día de hoy una importante inversión para los aficionados a la música y así se lo han hecho saber al cantante: "Recibo cartas que me culpan por entradas de 3.000 dólares para un evento benéfico que voy a hacer. Ese dinero no me llega ni a mí ni al evento".
Young es partidario de preocuparse por los fans que "han sido estafados por los cargos adicionales de Ticketmaster", la compañía fundada en Hollywood, conocida por la venta y distribución de entradas para conciertos en todo el mundo y que suele ser la web por excelencia a la hora de encontrarlas.
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Quejas de otros artistas
La primera banda en enfrentarse a Ticketmaster por el aumento del precio de las entradas fue Pearl Jam en 1994. También la banda británica de rock The Cure y, en concreto, su líder, Robert Smith, han mostrado su disconformidad, asegurando que "su política de precios dinámicos es un poco estafa". Los fans de la banda, al igual que los de Young, plasmaron sus quejas a través de las redes sociales. Ante esto, el propio Smith explicó que sentía "asco por la debacle de comisiones de Ticketmaster".
Eugeni Calsamiglia, director general de Ticketmaster España, trató de justificar en 2018 el alto precio de los boletos: "Nadie te pone una pistola para comprar una entrada". Lo hizo tras conocerse que las entradas Platinum para ver a U2 el 20 de septiembre de ese año en el WiZink Center de Madrid tenían un precio inicial de entre 1.255 y 1.580 euros.
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Ticketmaster, a juicio
El verdadero problema creció tras la unión de Ticketmaster y Live Nation Entertainment. Las polémicas y los problemas han sido notables desde esta fusión. Dos de los ejemplos más sonados fueron el sold out de entradas con gradas enteras vacías en el concierto que dio Rihanna en el Wembley Stadium en 2016, y el concierto de Bad Bunny en México de 2022, donde las entradas llegaron a costar 500 dólares y muchas de las cuales no eran válidas o habían sido duplicadas.
Escándalos de este tipo han provocado que el valor de las acciones de la empresa cayeran un 42% en 2022. Las quejas de los fans de Rihanna, Bad Bunny, Taylor Swift y, en última instancia, de Beyoncé este año, han llegado a los tribunales de Estados Unidos.