La mujer detective tiene su lugar en el teatro
El Centro Dramático Nacional, que sigue la estela de las novelas policías nórdicas, presenta 'La ciudad oscura'
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MADRID. - El detective privado que describen las novelas negras suele ser un hombre de edad madura, malhumorado, con serios problemas con la bebida y un inmenso vacío en su interior. Un ser solitario, de gancho fácil y mirada profunda que se esconde en la penumbra de mugrientos callejones, envuelto en la nube tóxica que emana de su cigarrillo. Detalle más, detalle menos, esa es la imagen que nos han vendido escritores del género como Michael Connelly o Dashiell Hammett, entre otros, de sus personajes.
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Su personaje femenino es fuerte, inteligente y solitaria... y está lo suficientemente perturbada como para competir con el más desequilibrado de los detectives masculinos. Su inclusión en el género despertó un boom creativo en el imaginario de los nuevos escritores y animó a muchas creadoras a introducirse en el género.
El público disfruta de historias detectivescas protagonizadas por mujeres. Una de las investigadoras más populares es Sarah Lund, la protagonista de la serie danesa Forbrydelsen (The killing en su versión norteamericana). Sobre ella se ha dicho: "Es simple y llanamente uno de los más grandes personajes femeninos jamás creados", según el Daily Telegraph.