“La muerte de una persona, de cualquier persona, es la muerte de un universo”
El cineasta georgiano Zaza Urushadze muestra el horror que contienen las guerras, en las que “olvidamos que somos humanos”, en Mandarinas, primera película de un país báltico que ha sido candidata al Oscar
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MADRID.- “Puede que todo no esté perdido, que todavía podamos encontrar la paz universal”, sentencia el director y guionista georgiano Zaza Urushadze, dichoso de la reacción de espectadores de todo el mundo ante su película Mandarinas, una obra que denuncia el horror de la guerra y que muestra lo fácil que es la convivencia en paz. Construido con sencillez y, sobre todo, con verdad y con unas poderosas interpretaciones, este mensaje universal de humanidad consiguió que una producción de un país báltico estuviera por primera vez en la carrera por el Oscar.
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¿Por qué volvió a mirar hacia la guerra de Abjasia para su película?
La idea de la película surgió hace varios años en Estonia en unas jornadas de cine. Se celebraba un festival que se abrió con una película mía. Allí, un productor, un desarrollador de proyectos, me contó una historia sobre los estonios en la guerra de Abjasia. Eran familias que llevaban 150 años en la región de Abjasia y de pronto, durante la guerra, se vieron obligadas a volver a su país.
Su película es radicalmente antinacionalista…