Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948) salta al mundo anglosajón desde Irlanda, con Dublinesca, y se olvida de su anterior identidad afrancesada.

7 ¿Por qué quiere dar 'el salto inglés'?

Tengo dificultades con el mundo anglosajón porque no hablo inglés, así que esto es una aventura. Por mi forma de ser, me fascina Nueva York, como a mi personaje. Quería llevarlo allí, pero lo dejé en Dublín porque debe conformarse con la mitad de lo que desea.

6 ¿Por qué dejar atráslo francés?

Porque todo lo que me suena a familiar me aburre.

5 ¿Se conoce lo suficiente o busca una identidad como su personaje?

Cuanto más publico más me sepulto bajo mi obra, como el personaje. Un personaje que consigue saciar toda su ambición es muy poco interesante. Me parece más oportuno que se conforme con poco.

4 ¿Por qué hablar sobre un editor?

Era muy cansado para mí volver a hablar sobre autores, y sobre editores hay muy poco escrito en ficción.

3 ¿Es un relato melancólico o paródico?

Hago una parodia del fin de la era Gutenberg. Es un funeral festivo. No hago un drama, porque hay continuidad: jamás habrá un final del pensamiento ni de la escritura. Hace diez años dije que jamás utilizaría el ordenador y hoy no me despego de él.

2 ¿No va a desaparecer el papel?

El lenguaje es lo que no va a desaparecer. Si los periódicos entran en crisis es porque han dejado de creer que los lectores compran para leer y no para ver fotos grandes. Creo que se ha presentado como algo apocalíptico.

1 ¿Hoy lo tendría másfácil para publicar?

Si hoy tuviera 25 años nadie me publicaría Doctor Pasavento. Creo que los autores muy experimentales de hoy podrán publicar uno o dos libros, pero no tener la continuidad que he tenido yo. Eso se lo debo al sitio donde publicaba hasta ahora.