El cineasta italiano Matteo Garrone espera a sentir 'la sincera necesidad' de hacer una película para empezar el trabajo. Desde que ganó el Gran Premio del Jurado de Cannes con Gomorra han pasado dos años.

Sin embargo, el revuelo social que levantó esta película sobre la mafia napolitana, basada en la novela homónima de Roberto Saviano, no le hace sentir una presión especial.

'No creo que haya tanta expectativa', ha comentado en el Festival Cinema Jove, donde ha recibido un premio en reconocimiento a su trayectoria. Aún así, ya tiene en mente su siguiente filme, una comedia de la que no quiere adelantar detalles: 'Sólo hablo de mis trabajos, no de mis proyectos, supongo que por superstición'.

Garrone empezó como pintor para pasar después al cine, un medio al que ha aportado una visión estética y una voluntad narrativa propias de la pintura. 'Me gusta narrar con las imágenes, para mí la política o la denuncia pasa a un segundo plano, aunque parezca lo contrario', afirma este cineasta, que admite sentirse incómodo hablando en público de política. 'Estos temas los debato con mis amigos, pero me parece que en sociedad la obra de uno habla por sí misma. Muchos no paran de criticar esto y aquello, el Gobierno, a Berlusconi, pero después no encuentras nada en sus películas', critica Garrone, quien ha decidido tomarse 'un descanso de la mafia' para centrarse en otros temas sin perder su anclaje social. 'Me gusta tomar la realidad e investigarla para después transfigurarla', explica el director. Veremos cómo se adapta esta filosofía a su incursión en la comedia.