Martin Amis carga contra la familia real británica

Martin Amis ha explotado. En una entrevista con la revista francesa Le Nouvel Observateur, el escritor británico ha criticado el uso que la familia real británica está haciendo de la boda del príncipe William con Kate Middelton. En el encuentro retrata a la reina como "una persona que nunca escucha" y dice del príncipe Carlos que "se ríe igual que ronca un cerdo".

A estas alturas, todo el mundo en Inglaterra sabe el sitio donde se celebrará el matrimonio del hijo mayor del príncipe Carlos: la Catedral de Westminster acogerá el enlace el próximo 29 de abril. Para Martin Amis todo este uso público del enlace tiene un claro culpable: la familia real, y en concreto a sus figuras más emblemáticas.

Amis, autor de obras como El libro de Rachel o Dinero, expresa un enorme respeto por la vida privada de los jóvenes príncipes, pero piensa que ni siquiera la familia real puede "llevarse por delante la vida privada de sus hijos", en referencia a todo lo que esta boda conlleva."La vida de estos niños empieza a ser insoportable"

Martin Amis es bastante claro al respecto: "La vida de estos niños empieza a ser insoportable" y recuerda que hace unos ocho años, los príncipes dejaron claro que no querían poner su vida "al servicio" de las masas.

El escritor inglés piensa que la única salvación para el heredero a la corona o para su hermano es conservar la soltería. El único camino que el escritor ve viable para evitar toda la parafernalia que un matrimonio implica. "La atmósfera que rodea a la boda es irracional, muy británica en ese sentido", añade en la entrevista.

Amis se muestra más sarcástico en sus opiniones. El autor británico relata sus encuentros con la reína y con el príncipe para destacar aspectos de la personalidad de la familia real. En una recepción con la reina compartida con otros escritores, Amis llegó a la conclusión de que el verdadero problema es que no "escucha" lo que "tienes que decirle". Con su hijo se muestra más fiero.

El novelista de Los campos de Londres cenó un par de veces con el príncipe Carlos, del que dice que tiene una risa "extraordinaria", como el ronquido de "un cerdo".

Para concluir  reconoce que en el hipotético caso de ser nombrado caballero por la reína rechazaría el cargo para evitar cualquier "enlace" con el "Imperio británico". "Es algo ridículo", en realidad preferiría no "ser inglés", concluye el autor.