Tom McCarthy: “¿Cómo le dices que no a dios?”
Efecto dominó global
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MADRID.- En enero de 2002 el equipo de investigación conocido como Spotlight del Boston Globe comenzó a publicar una serie de artículos, casi seiscientos, sobre abusos sexuales a niños por parte de 70 sacerdotes católicos y sobre cómo la iglesia había llegado a acuerdos para silenciarlo todo. Meses después, el cardenal Law dimitió de la archidiócesis de Boston y fue trasladado a Roma.
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Dedicada a los periodistas que realizaron aquel trabajo, la película es una llamada de atención sobre la necesidad de un periodismo esforzado y libre, antídoto contra los vicios de buena parte del periodismo moderno, desapasionado, que no pisa la calle.
Efecto dominó global
La investigación de estos periodistas provocó un efecto dominó global con unos resultados estremecedores. Poco a poco fueron apareciendo nuevos casos en el país y después en varios otros rincones del mundo. En EEUU desde entonces 6.427 sacerdotes han sido acusados de abusar sexualmente de 17.259 víctimas. Se han descubierto casos en 105 ciudades estadounidenses y en 102 archidiócesis de todo el mundo.
Un trabajo meticuloso
“Si vas a jugártela de esa manera para publicar una historia tan importante y tan emotiva, y tan potencialmente perjudicial para la institución de la Iglesia católica, más te vale estar muy seguro de que todo sea correcto”, dice el actor John Slattery, que interpreta en la película a Ben Bradlee Jr., antiguo director editorial adjunto del Globe e hijo de Ben Brandlee, redactor del Washington Post cuando se destapó el escándalo del Watergate.
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Defensa de periódicos y periodistas
Mark Ruffalo y Rachel McAdams son candidatos a los Oscar a Mejor Actor y Actriz de Reparto, y Tom McCarthy aspira a los de Montaje y Mejor Guion Original por Spotlight, una película que muestra uno de los trabajos periodísticos más destacables de los últimos años y que no necesita presentar a sus protagonistas como seres excepcionales. Los reporteros de esta historia son periodistas apasionados de su trabajo, sí, pero sobre todo, trabajadores serios, concienzudos y que no comprometen su profesionalidad por un titular.
De hecho, esa es una de las razones por las que me gusta tanto este guion: es toda una defensa de los periódicos y los periodistas”. Una defensa que estaba en la mente de todo el equipo desde el inicio del proyecto. La propia Nicole Rocklin, una de las productoras de la película, va un poco más allá y se pregunta si esta tremenda historia hubiera salido alguna vez a la luz sin el trabajo de años de estos periodistas, quienes, por supuesto, contaron con los recursos necesarios para hacerlo. “Así que la verdad es que resulta aterrador que equipos de investigación como este hayan desaparecido de las redacciones de todo el país. Tras recortar los presupuestos del modo que lo han hecho, ¿quién va a contar con el personal y los recursos para abordar historias así?”.