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Lara Croft se sacude el mito sexual

'Tomb Raider' abraza con fuerza la acción y aparca la aventura en la última entrega de una saga que comenzó hace 17 años

EDUARDO ORTEGA

No es ya la exuberante y atrevida arqueóloga que se lanzaba por la jungla cual ave fénix con dos pistolas en la mano, sin temores ni mirar atrás. Ha tornado en una tímida joven que apenas se atreve a ensuciarse y matar a un ciervo en mitad del bosque.

Diecisiete años han transcurrido de la primera Lara Croft, el primer Tomb Raider. Un tiempo en el que el videojuego y su protagonista han evolucionado de la mano hasta su último episodio. Su título, Tomb Raider, es además el mismo que inició la famosa saga allá por 1996. 

No tienen nada que ver, sin embargo, el uno con el otro, ni la primera Lara con esta última. Una renovación de la saga emprendida por Crystal Dynamics para llevarnos al principio de todo, a la primera aventura de la joven Croft, lejos del sexual y despampanante icono que fue en anteriores episodios, y cuya versión en el cine protagonizó Angelina Jolie.

Una odisea en lo que viene a ser una especie de Triángulo de las Bermudas, en el que el juego abraza la verdadera y buena acción y deja los puzles de pasados juegos, que tampoco faltan en esta última entrega, en menores dosis.

Acción a raudales y ritmo vibrante desde el primer hasta el último segundo en una isla de la que Lara tiene que intentar escapar junto a sus compañeros, tras un espectacular naufragio. Una complicada misión frente a los violentos e inteligentes enemigos, seguidores de una rara secta que apilan cadáveres desgarrados en un extraño rito en un misterioso lugar.

Para ello, la protagonista, figura de los videojuegos desde su creación, tendrá que tirar de su propia inteligencia y agilidad, combinadas con herramientas y armas varias. No faltarán desde un arco con el que lanzar flechas con fuego hasta una metralleta, pistola o escopeta. El piolet, que servirá no sólo para escalar sino también para acabar con los agonizantes rivales, es simplemente un ejemplo más del instinto de supervivencia que caracteriza al juego. El sigilo y la cobertura pasan a ser elementos clave en una aventura que lleva a la heroína al límite y que la forjará y marcará para siempre.

Pero la acción no le ha quitado el lugar al alma aventurera de la arqueóloga más famosa de los videojuegos. Es sólo una lógica y sobresaliente evolución, no exenta de expedición e investigación por los restos de una civilización japonesa perdida. De hecho, el juego premia la exploración por las ruinas y caminos con puntos de experiencia con los que mejorar las habilidades y armas de Lara, para acabar siendo una luchadora nata en tierra peligrosa.

La magnífica ambientación es imprescindible. Lejos de las anteriores entregas, con lugares mucho más abiertos que investigar y unos espectaculares gráficos que recrean hasta el último detalle. Desde el agua hasta el fuego, pasando por el barro o la sangre que emana de las heridas de la protagonista. También tremendas escenas con caídas por acantilados o saltos desde lo imposible. Casi ni un momento de respiro.

El modo multijugador, que aparece por vez primera, es sólo una más de las novedades y añadidos de un espectacular y sobresalente reinicio de una de las sagas más reconocidas de los videojuegos desde su nacimiento el pasado siglo.

'Tomb Raider' ya está disponible para Xbox 360, PlayStation 3 y PC.

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