Un juez de Barbastro (Huesca) ha ordenado la ejecución provisional, antes del 15 de febrero, de una sentencia de 2019 que ordena la devolución de las 111 obras de arte de las parroquias aragonesas que se segregaron de la Diócesis de Lleia hace 25 años para integrarse en la de Barbastro-Monzón, piezas que permanecen en el Museo Diocesano de Lérida.

El auto del juez acuerda dar traslado al Consorcio del Museo y al Obispado de Lérida de la orden de ejecución de la sentencia y advierte con multas coercitivas y mensuales, así como con responsabilidades penales en caso de incumplirse la orden.

El juez ha publicado también un decreto complementario en el que se requiere a las partes condenadas a cumplir la orden, aunque da la posibilidad a estas partes de plantear su oposición a este decreto en un recurso de revisión a presentar en cinco días que, sin embargo, no suspende el proceso de ejecución que se dicta en el auto.

Dentro de un litigio entre Aragón y Catalunya que se prolonga desde hace más de dos décadas, la Diócesis de Barbastro-Monzón decidió acudir a los tribunales civiles en 2019, ante el incumplimiento de las reiteradas sentencias del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica de Roma, que consideró que estas piezas son propiedad de las parroquias aragonesas y ordenó repetidas veces su devolución.

Desde que se hicieron públicas las sentencias del Vaticano, la Diócesis de Lérida arguyó, en respuesta a las constantes peticiones de devolución hechas desde Aragón, que los bienes requeridos, depositados en el Museo de Lérida, estaban catalogados por la Generalitat y no podían desplazarse sin su autorización.

El titular del Juzgado de Barbastro, tras una vista que convocó a los obispos de las dos diócesis y a expertos de ambas partes, concluyó que los bienes eran de propiedad aragonesa y debían de regresar.

El magistrado desestimó la petición de la parte catalana y fundamentó su decisión en la ausencia de títulos de compraventa, permuta o donación que acrediten la propiedad de las piezas por parte del obispado leridano.

Un conflicto de competencias planteado ante el Supremo por la Generalitat de Catalunya paralizó el proceso y lo demoró hasta octubre, fecha en la que el alto tribunal resolvió que el juez de Barbastro era competente para determinar la propiedad de las piezas y también para decidir sobre su entrega a los propietarios legítimos.

Tres meses después de ver confirmada su competencia para dirimir el litigio, el juez de Barbastro ha abierto el camino para la ejecución provisional de la sentencia, pendiente aún de recurso en la Audiencia de Huesca.

Tras conocer la decisión del tribunal, el letrado de la diócesis de Barbastro-Monzón, Joaquín Guerrero, ha calificado, en declaraciones a Efe, de "muy importante" la orden de ejecución provisional y el plazo dado por el juez, aunque ha admitido la posibilidad de que se planteen "problemas" desde la parte catalana.

Por su parte, el letrado Jorge Español, del equipo jurídico asesor de la Diócesis de Barbastro-Monzón, ha valorado la "valentía" del obispo de Barbastro, Ángel Pueyo, al derivar a los tribunales civiles una denuncia que implica a su homólogo de Lérida.

Este litigio, que acumula años de tensiones entre las diócesis y los territorios, se suma al todavía vivo en relación a los bienes del Monasterio de Sijena, parte de los cuales regresaron al cenobio aragonés desde el Museo de Lérida, con apoyo de la Guardia Civil, tras ordenarse también su devolución forzosa.

La oposición de la Generalitat a devolver estas piezas motivó la apertura de diligencias penales contra los exconsellers Santi Vila y Lluis Puig por desobediencia, pendientes de resolverse en juicio.