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John Boorman: "Cada año hay 1.000 películas extraordinarias"

El veterano cineasta británico reaparece a sus 82 años con ‘Reina y patria’, sus memorias de juventud, con las que enfrenta este siglo XXI de la crisis y los recortes con los años cincuenta en que Inglaterra vivió la gran transformación social de su historia.

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Reina y Patria

Actualizado:

@begonapina

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Autor de títulos que ya son clásicos del cine –A quemarropa, Deliverance, Excalibur, Infierno en el Pacífico…-, este cineasta se ha destacado por el tono de denuncia de muchas de sus películas –Más allá de Rangún, La selva esmeralda, Un país en África…- y por su amor incondicional al cine. “Cada año hay 1.000 películas extraordinarias”, dice y se deleita en la idea de “la buena salud del cine”.

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Pregunta. Han pasado muchos años desde ‘Esperanza y gloria’, ¿qué ha ocurrido en ellos para querer contar ahora esta parte de su propia historia?

Esta película, efectivamente, es la secuela de Esperanza y gloria. Siempre quise hacerla, por varias razones, pero ahora la principal es por lo que significaron los años cincuenta y lo que significa su recuerdo hoy. Los cincuenta fueron los años del final del imperio británico y la película refleja cómo los viejos generales aún se agarraban a esa idea de viejo imperio, mientras que los jóvenes estábamos en otro lado ya. Nosotros buscábamos aires nuevos frente a la vieja guardia. Y todo cambió.

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P. ¿Se refiere a la gran transformación social?

"Los niños en los cincuenta se criaron para ser los Roling Stones o los Beatles"

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Sí. Los cincuenta supusieron el gran cambio y, por supuesto, fue gracias al gobierno socialista, que cambió radicalmente en los temas clave, como la Educación y la Sanidad. Fue una reforma enorme que facilitó, ente otras cosas, el desarrollo artístico, el musical, el cinematográfico… Cada niño aprendió entonces algo de música, de arte, mientras que antes solo se aprendían oficios o Gramática. Los niños en los cincuenta se criaron para ser los Roling Stones o los Beatles, toda la explosión de arte de los sesenta en Londres. Fue un tiempo de transformación de verdad.

Reina y Patria

P. El ritmo, el tono, la historia de su película… No parece que esté usted cansado del cine...

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Tengo 82 años y tendría que parar, pero sigo trabajando con la misma emoción y con idéntica pasión. Siempre he querido hacer cine y me siento muy bendecido por haber podido rodar las películas que he querido. De los dos o tres guiones que tengo, al menos me gustaría rodar uno más.

P. ¿Cuál sería?

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Si puedo, rodaré The Halfway House, es una meditación sobre el cine y la muerte narrada en tono de leyenda. Es una historia basada en la propia historia de cine.

P. ¿El cine y la muerte? ¿Se está muriendo el cine?

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No, no. El cine está muy vivo. Cada año hay 1.000 películas extraordinarias y eso demuestra su buena salud.

P. Pero hace poco decía que hoy no podría hacerse una película como ‘Deliverance’, ¿qué ha cambiado tanto?

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"Cada vez es más difícil, no solo producir, sino distribuir y estrenar."

La distancia entre las películas de Hollywood y el cine independiente cada vez crece más. Cada vez es más difícil, no solo producir, sino distribuir y estrenar. Por otro lado, el público de blockbuster no ha cambiado nada, pero el otro, sí. El público de cine de autor va menos a las salas, consume más cine, pero lo hace no solo en las salas, sino también en casa. Llevo haciendo cine cincuenta años y la industria siempre ha estado en crisis, sin embargo, siempre se consigue hacer películas y algunas muy buenas.

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P. ‘Deliverance’, a pesar de su oscuridad, de esa escena de la violación, de la ambigüedad moral… tuvo enorme éxito de crítica y público, ¿hoy lo tendría?

Las reacciones del público ante la película siguen siendo igual hoy, a la vista de ciertas proyecciones y del DVD... Para mí ya es un clásico, una obra que despierta las mismas emociones y reacciones que cuando se estrenó. La diferencia es que la magia que se busca con los efectos especiales hoy puede crear cierta distancia con el espectador. La verdad es que creo que no tendría problemas para rodar esta película ahora, porque la fuerza estaba en el guion y en la actuación de los actores.

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Reina y Patria

P. Usted ha explorado muchos géneros, el cine negro, el bélico, el cine de denuncia, el autobiográfico, la ciencia-ficción… ¿Qué ha buscado en ellos?

Más que buscar, lo que siempre he estado persiguiendo es poder contar historias con significado, historias importantes, que mostraran al mundo lo que no me parece correcto y lo que me gustaría cambiar, lo que habría que cambiar.

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P. Con ‘Esperanza y gloria’ dijo que la película le había arrebatado sus recuerdos reales, que ahora eran los del cine. ¿Le ha pasado igual con ‘Reina y patria’?

"Todos los hechos que se cuentan en esta película y todos los personajes que aparecen son reales"

La relación entre memoria y ficción es algo muy misterioso y yo lo he puesto a prueba con mis propios recuerdos. Todos los hechos que se cuentan en esta película y todos los personajes que aparecen son reales, así que se puede decir que es una película bastante autobiográfica. Pero es verdad que cuando escribes el guion y ruedas algo cambia respecto de la realidad. Aunque en esta película, por ejemplo, solo se habla de un periodo concreto, el formato te obliga a comprimir y eso… La película es una reformulación, pero es verídica y fiel a la realidad.

P. Todos los hechos que cuenta no son amables, ¿el proceso emocional ha sido difícil?

He sido fiel a las emociones, muy sincero. Todos estos hechos ocurrieron y yo tenía la necesidad de expresarlos porque me conmocionaron y porque me influyeron enormemente en mi vida posterior. Desde luego no ha sido cómodo, incluso ha sido doloroso, recuperar esos sentimientos, pero…

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