Joël Dicker: "Se me compara con escritores que no he leído"
El autor suizo publica ‘La verdad sobre el caso Harry Quebert' un relato policíaco a la americana que viene precedido de un gran éxito editorial en Francia
Publicidad
Actualizado:
Joël Dicker (Ginebra, 1985) es, según reza la hoja promocional, el escritor del momento. Con La verdad sobre el caso Harry Quebert (Alfaguara), este jovencísimo escritor se ha sacado de la manga una adictiva novela de intrigas de casi 700 páginas. Una lectura extensa y liviana con maneras de best-seller cuyo propósito el mismo Dicker admite sin tapujos. "Quería intentar escribir una novela extensa. Escribir un libro largo que se leyera rápido pero que no dieran ganas de terminarlo. Quería dar placer a los lectores, entretenerlos".
Publicidad
Escrita en tres tiempos —1975, 1998 y 2008—, narra la investigación del asesinato de una joven de quince años en una pequeña localidad del noreste de Estados Unidos y los esfuerzos que un escritor de cierto éxito hace por desentrañar lo sucedido. Una ficción repleta de pistas falsas que desorientan, asombran e irritan al lector a través de una complejísima trama que, contra todo pronóstico, el autor no tenía prevista. "No hay plan, no pensé en la trama del libro sino que directamente me lancé a escribirlo de modo que la construcción se fue haciendo poco a poco. Empecé una historia con un principio, un nudo y un desenlace, pero mientras escribía fui incluyendo otras tramas, otros niveles de lectura, etc".
El resultado es un thriller a la americana con una trama-embrollo ideal para el letargo estival. Y como no solo de entretenimiento vive el hombre, el joven Dicker desliza en el texto —a modo de pinceladas— algunas críticas sobre el devenir y la posmodernidad. "Estamos perdiendo el control de lo que hacemos a fuerza de deslocalizar para abaratar el coste. Esta obsesión por el rendimiento ha sustituido lo que antes era la obsesión por el producto en sí", explica trascendental el autor.¿El nuevo 'Millenium'?
Tras el éxito cosechado por la novela, las comparaciones se suceden, los hay que se ponen generosos y hablan ya del nuevo Roth —idolatrado por Dicker— o del Nabokov suizo, otros, en cambio, ven en La verdad sobre el caso Harry Quebert el nuevo Millennium, la trilogía de Stieg Larsson que causó furor hace unos años. "Se me compara con escritores que no he leído así que no me puedo reconocer en ellos", matiza el autor desmarcándose de la comparación con el sueco.
Publicidad
Es pronto para saber si estamos ante el enésimo fenómeno literario de la siempre voraz industria editorial, o si, por el contrario, este ginebrino de 27 años acabará por convertirse en ese gran narrador que algunos auguran. De lo que no cabe duda es de su determinación a la hora de escribir y ser publicado. Con la perspectiva que da el éxito y el reconocimiento de la academia —Premio Gouncourt de los Estudiantes, Gran Premio de Novela de la Academia Francesa—, Joël Dicker rememora los tiempos en los que una y otra vez sus manuscritos eran rechazados, tiempos en los que llegó a plantearse tirar la toalla. "Aunque te hayas convencido de que ya no vas a seguir escribiendo libros, no puedes evitar seguir pensando en historias y sin darte cuenta vuelves a caer, buscas una sensación que te ha gustado, buscas tu mundo de creación que siempre vuelve a salir".