Jessica Chastain: "Las mujeres somos la mitad de la población mundial y tenemos que estar en el cine"
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La industria del cine más poderosa del mundo, Hollywood, es, desgraciadamente, solo una más en el tratamiento de los personajes femeninos, donde las mujeres suelen aparecer como hijas, madres, novias..., herramientas al servicio de los hombres. Sin embargo, también en Hollywood es bastante habitual la combinación 'glamour' y cerebro entre sus actrices, que no se rinden. Y ahora, una de sus intérpretes aventajadas -y una de las más elegantes-, Jessica Chastain, vuelve a poner los puntos sobre las íes en este asunto. Protagonista de La desaparición de Eleanor Rigby, es también productora de todo el proyecto -un experimento cinematográfico con diferentes guiones para distintas versiones de la misma historia-, con el que ha viajado a los festivales de Cannes, San Sebastián y Toronto, y que llega ahora a los cines.
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"Hay muy pocas directoras y guionistas, pero las mujeres somos la mitad de la población mundial y tenemos que estar en el cine, tenemos que estar en las historias que cuenta el cine", afirma contundente Chastain, feliz de haber participado en una experiencia como ésta. Una aventura que nació como una pequeña historia de amor, la ruptura de un chico con el amor de su vida. Un relato al que la actriz, ya comprometida como productora, quiso añadir el punto de vista del personaje femenino. Así, al primer guion, Él, se añadió un segundo, Ella -se pueden ver en una versión de más de tres horas-. Y de ambos surgió finalmente La desaparición de Eleanor Rigby, dirigida por Ned Benson y que es la primera aparición de la actriz como productora de un largometraje.
"En este caso el planteamiento era similar al teatral porque la obra podía seguir evolucionando"Historia de una separación, la película -con James McAvoy como coprotagonista- va avanzando hasta mostrar la tragedia que ha provocado esa ruptura entre los amantes y cómo cada uno de ellos busca el camino de la recuperación. "No quiero ser una de esas productoras que le dicen al director cómo tiene que hacer su película", explicó Jessica Chastain en su visita al Festival de San Sebastián, donde añadió que el proceso de este filme y los dos anteriores fue "muy complicado. Normalmente cuando se termina una película, se acaba y punto. Pero en este caso el planteamiento era similar al teatral porque la obra podía seguir evolucionando".
Willian Hurt, Isabelle Huppert y Viola Davis completan el reparto de este drama intimista, con el que la actriz da un paso más en una carrera que pretende cimentar sobre personajes interesantes y que toman sus propias decisiones. "Me encantaría hacer una comedia. Llevo ya unos cuantos personajes de mujeres rotas por la pérdida", dice esta actriz que ha demostrado tener un olfato especial para embarcarse en proyectos cinematográficos controvertidos.
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"Una película que no provoca ninguna conversación es una pérdida de tiempo"Las polémicas El árbol de la vida, de Terrence Malick, y La noche más oscura, de Kathryn Bigelow; descubrimientos como Take Shelter, de Jeff Nichols, o riesgos como Coriolanus, conforman la trayectoria de esta intérprete, que confiesa que le gusta ir al cine a ver películas que el público "odia o ama. Una película que no provoca ninguna conversación es una pérdida de tiempo. Y por eso no busco nunca los personajes perfectos, busco personajes como los que hay en la vida, que no sean sencillos".
Papeles a los que ahora añadirá, entre otros, los de Murph, una exploradora espacial en Interstellar, la nueva película de Christopher Nolan; el gótico de Lady Lucille Sharpe en la película de Guillermo del Toro Crimson Peak, o el de la propia Marilyn, en Blonde, de Andrew Dominik, una película que Chastain asegura que será "feminista". Son proyectos muy atractivos que la actriz se ha ganado a pulso, aunque, como ella misma reconoce, los inicios "fueron duros para mí".
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Hasta que, papel a papel, se colocó donde quería y un día, en 2012, apareció en Time Magazine como una de las cien personas más influyentes del planeta, al lado del mismísimo Obama. "Fue un shock. Me sorprendió muchísimo porque era el año en que empezaba a despuntar", dice Jessica Chastain, que asegura que si aún hoy hay quien la considera influyente en Hollywood, lo utilizará "para inspirar a alguien para que se escriban más papeles femeninos. La verdad es que yo tuve suerte y me llegaron guiones alucinantes. Pero hay otras actrices, que son increíbles, que no tienen esa oportunidad. ¡Quiero más papeles para ellas, quiero ir a los cines a ver a otras actrices!"