Madrid
Cada país tiene, cada equis tiempo, una serie que marca un antes y un después en su producción televisiva. En caso de Italia, esta es Gomorra (2014). Basada en la novela homónima de Roberto Saviano y al margen de la película homónima de Matteo Garrone estrenada en 2008, la producción original de Sky se ha convertido en el mejor exponente de un panorama seriéfilo italiano renovado y mucho más exportable que antaño. Aunque en España el gran público puede no ser consciente del valor de una serie como esta dado lo complicado del acceso a ella hasta que Sky la incluyó en su catálogo hace unos días, en Italia es un auténtico fenómeno capaz de competir por el share televisivo con el fútbol y de crear tendencia.
Un antes y un después que según Salvatore Esposito, uno de sus protagonistas principales, “lo inició Sky cuando produjo Romanzo Criminale, dirigida por Stefano Sollami. El mismo director de Gomorra. Creo que hay un después con Gomorra porque la calidad que ha aportado es superior a la de otras producciones que había producido Italia hasta ese momento y esto ha hecho que sea emitida en España, Inglaterra, Francia, Estados Unidos y otros países del mundo por su calidad artística y también por lo que cuenta”.
Esposito da vida a Gennaro Savastano, uno de los personajes con una de las evoluciones más brutales a lo largo de las dos primeras temporadas y que arranca en esta tercera que se estrena hoy en España en una encrucijada de complicada resolución. Al final de la anterior tanda de episodios decidió sacrificar a su padre, Don Pietro, y envió a su antes mejor amigo, Ciro di Marzio (Marco D’Amore), a asesinarlo. “Quería convertirse en el jefe del reino Savastano, con un poder enorme. La única manera de obtenerlo era matar a su padre. Así, en esta tercera temporada lo que deberá hacer es entender rápido quiénes son sus amigos y quiénes son sus enemigos y enfrentarse a las consecuencias de esta elección”, resumen Esposito en su conversación con Público.
“El poder en sí lleva a tomar elecciones que no son siempre buenas”
En Gomorra no hay personaje bueno en el sentido del bien y del mal. Los principales, sobre los que carga el peso de la trama, son todos delincuentes, mafiosos y camorristas con los que es imposible empatizar, pero que desprenden ese halo de fascinación en el espectador tan propio de los antihéroes y los villanos. “Utilizan medios como la violencia y el dinero para corromper y obtener el poder”, afirma el actor italiano quien reconoce que el mal es el gran protagonista de Gomorra y que “el poder en sí lleva a tomar elecciones que no son siempre buenas”.
Una afirmación que puntualiza, porque el mal tiene muchas lecturas, muchos matices y variantes. El ejemplo que pone Esposito es el de un grupo musical. “Cuando el solista elige dejar el grupo para obtener más éxito, para mí esto es mal, pero es una forma distinta, por eso el mal, entre comillas, es siempre más fascinante en el teatro, en Shakespeare, en la tragedia griega, en las series… Creo que la mayor parte de las series de la televisión hablan del mal. The Walking Dead, Juego de Tronos… hay personas que matan a otras… Solo que el mal, con respecto al bien, tiene muchas más ramificaciones. No existe El Mal, pero sin embargo El Bien es uno solo. El mal tiene muchas opciones y por eso atrae más”, teoriza.
Si son tan malos, ¿por qué causan esa fascinación? ¿Por qué gustan personajes tan violentos y llenos de maldad como Genna o Ciro? ¿Y por qué enganchan series como Gomorra? “Atrae quizá por la fascinación por lo prohibido, de lo que tú no puedes hacer. Ves a los otros hacerlo y te crea una suerte de fascinación. Pero responder a esta pregunta es como explicar por qué a las mujeres les gustan los más gilipollas. Creo que es un poco esto, no es explicable. Pero el misterioso siempre tiene esta fascinación del lado oscuro”.
En Gomorra hay mucho de eso y es parte de lo que le ha convertido en un fenómeno sin precedentes en Italia, pero también fuera de ella. Los Savastano están a la altura de fama y prestigio ficticio de otros grandes clanes audiovisuales como los Soprano o los Corleone. Nada tienen que envidiarles, ni en cuanto a poder en su mundo de crimen y delincuencia ni en cuanto a trascendencia fuera de la pantalla. Lo que sí son es una familia mucho más desestructurada y menos fiel a ese sentido de la ‘famiglia’ que tenían sus predecesores.
Ninguno de los protagonistas
de Gomorra
puede acabar bien
Don Pietro (Fortunato Cerlino) y Donna Imma (Maria Pia Calzone) no fueron unos buenos padres para Genna. Siempre consintiéndolo, siempre pensando que no era un digno hijo de sus padres. En un ambiente tan lleno de lujos y caprichos pero tan falto de cariño, el personaje de Esposito se pasa las dos primeras temporadas intentando demostrar que merece ser el sucesor de Don Pietro y tomar las riendas de la familia cuando este es enviado a prisión. El viaje a Honduras marca un antes y un después. En aquel momento, “lo obligaron a ser malo, a una violencia psicológica que lo transformó”, recuerda el actor. Eso fue en las dos primeras temporadas. Ahora, en el poder y habiendo eliminado a su padre de la ecuación, ya “no tiene necesidad de demostrar nada. Él es el que manda y basta”.
Con un pasado, un presente y un futuro marcados por la violencia y el crimen, ninguno de los protagonistas de Gomorra puede acabar bien. Para ellos, como decían en la rueda de prensa tanto Esposito como sus compañeras de rodaje Cristina Donadio y Cristiana Dell’Anna, solo hay dos opciones “la cárcel o la muerte”. En cuanto al final que le gustaría para Gennaro Savastano, el actor que le da vida no sabe cuál de las dos sería la peor pero reconoce que, “por lo que ha hecho y lo que hará creo que la muerte es el precio justo para quien hace esto”.
Las dos primeras temporadas de Gomorra pueden verse en Sky. La tercera se estrena hoy a razón de dos capítulos nuevos cada domingo hasta completar la emisión de los 12 que la componen. La cuarta, ya confirmada, también podrá verse en la plataforma de VOD de reciente aterrizaje en España.
¿Te ha resultado interesante esta noticia?
Comentarios
<% if(canWriteComments) { %> <% } %>Comentarios:
<% if(_.allKeys(comments).length > 0) { %> <% _.each(comments, function(comment) { %>-
<% if(comment.user.image) { %>
<% } else { %>
<%= comment.user.firstLetter %>
<% } %>
<%= comment.user.username %>
<%= comment.published %>
<%= comment.dateTime %>
<%= comment.text %>
Responder
<% if(_.allKeys(comment.children.models).length > 0) { %>
<% }); %>
<% } else { %>
- No hay comentarios para esta noticia.
<% } %>
Mostrar más comentarios<% _.each(comment.children.models, function(children) { %> <% children = children.toJSON() %>-
<% if(children.user.image) { %>
<% } else { %>
<%= children.user.firstLetter %>
<% } %>
<% if(children.parent.id != comment.id) { %>
en respuesta a <%= children.parent.username %>
<% } %>
<%= children.user.username %>
<%= children.published %>
<%= children.dateTime %>
<%= children.text %>
Responder
<% }); %>
<% } %> <% if(canWriteComments) { %> <% } %>