Hombrecillos verdes de provincias
'La abducción de Luis Guzmán', hasta el 16 de marzo en Teatro del Barrio, reflexiona sobre las dificultades de huir de nuestro pasado.
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MADRID.- En la década de los 70, el nombre de Carl Sagan era sinónimo de extraterrestre. Su trabajo como divulgador científico le llevó a firmar innumerables artículos y estudios sobre el espacio exterior y a recibir por su labor de comunicador premios tan prestigiosos como el Pulitzer por su obra de no ficción, Los dragones del Edén o el Emmy por los capítulos de Cosmos: un viaje personal. Tal fue su pasión por la astronomía que su propio hijo, Nick Sagan, contagiado por esa curiosidad científica que heredó de su padre escribió varios episodios de la mítica serie de ciencia ficción, Star Trek.
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Este fue el primer trabajo teatral de Pablo Remón, quien además de firmar el texto también lo dirige. Su último trabajo, 40 años de paz, acaba terminar sus funciones en este mismo espacio, y excepto Fernanda Orazi, quien formó parte del elenco de su última obra, repiten el resto de actores: Ana Alonso, Francisco Reyes y Emilio Tomé. El director tiene un amplio recorrido en el cine, ganó en 2015 el Goya al mejor cortometraje por Todo un futuro juntos.
Sobre la función, tres son los pilares en el que se sustenta el argumento: el primero, el terreno de la fantasía y la imaginación, al llegar a la conclusión el protagonista de que la desaparición de su padre es en realidad una abducción extraterrestre; el segundo, el retrato de la vida de una familia de una pequeña localidad con costumbres arcaicas; y el tercero, esa necesidad de huir, de correr tan rápido como te lleven tus piernas y no mirar atrás, esa realidad que en la mayoría de ocasiones no es más que un autoengaño, ya que todos, tarde o temprano tenemos que enfrentarnos a nuestro pasado.