Grimaldi ata en corto a Nanni Moretti
El director presenta ‘Caos Calmo', una película basada en la novela de Veronesi, que no gustó nada de nada a los obispos italianos en su estreno
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Por primera vez en su historia, Nanni Moretti no se interpreta a sí mismo en una película. Y se agradece. Antonello Grimaldi (Sassari, Cerdeña1955), director de Caos Calmo, dibuja a un Pietro Paladini -papel de Moretti- de contenido que nada tiene que ver con los personajes hiperbólicos de Palombella Rossa o Caro Diario y recuerda al Giovanni de La habitación del hijo. "Pietro hace cosas que Moretti nunca ha hecho en el cine, como drogarse, tener sexo... Decir que esta película tiene su sello es menospreciar su trabajo como actor", aseveró el realizador sardo.
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Para Grimaldi el proyecto ha supuesto una vuelta al cine tras ocho años de trabajo en telefilmes. Su regreso es loable porque no se repite en los encuadres a pesar de ceñirse a un solo escenario, el parque en el que el novelista Sandro Veronesi sitúa esta historia editada en España por Anagrama. "La principal dificultad para transformar el libro en imágenes es que dos tercios de la historia se desarrolla en el mismo sitio", precisó.
La cinta, susceptible de caer en los sentimentalismos propios de un melodrama -narra cómo se puede superar el dolor de una pérdida-, supera el desafío y resulta "más ligera que el libro". Contribuye a ello el director Roman Polanski, que hace un cameo (con diálogo) y la construcción del protagonista "a base de miradas y gestos imperceptibles". ¿Por qué Polanski? "Queríamos que fuera un director que intimidase a Nanni y en Italia no hay muchos que lo logren", aclara Grimaldi.
Caos Calmo pertenece -como No te muevas, Mi hermano es hijo único, No tengo miedo y la reciente Gomorra- a una hornada de filmes italianos que nacen de la literatura. En opinión de Grimaldi, "la larga tradición del cine de autor ha llevado a Italia a la crisis, por lo que tomar historias ajenas y hacerlas propias ya es un paso adelante".
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EEUU y Corea ya han comprado los derechos para hacer sus propios remakes. Habrá que ver si incluyen la famosa escena de sexo explícito entre Moretti e Isabella Ferrari, que levantó bastante polvareda en Italia. El director aún se defiende de aquello: "Era necesaria porque muestra cómo el personaje de Moretti ha superado el dolor", explica.
Ahí está el verdadero magma de esta cinta, ya que al final Caos Calmo huele a Moretti por todas partes. Desde una breve toma en la que su personaje reflexiona al móvil sobre la crisis del cine italiano, hasta la inclusión en el reparto de su amigo y actor de sus películas Silvio Orlando, y una escena final en la que reina la euforia colectiva. Grimaldi lo sabe: "No tuvo ningún control en la dirección, pero se adaptó el personaje a él escribiendo el guión".
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Antonello Grimaldi es el hombre invisible de Caos calmo a pesar de haberla dirigido. Apareció a la mitad del proyecto y su nombre salió después de que Nanni Moretti se autoadjudicara el papel de Pietro Paladini, metiera mano al guión y rechazara la oferta de Procacci de dirigirla. “Conozco a Nanni y a Domenico y puedo imaginar por qué me confiaron la realización”, dice Grimaldi. Moretti se desentendió de la dirección porque “el personaje ya era muy complejo”.