Flamenco La mujer manda en el flamenco, también en Nueva York
Sara Baras, Mara Rey y María Terremoto triunfan en el “Flamenco Festival” de Nueva York. La bailaora llena durante cinco días el teatro New York City Center y el festival se abre al jazz Flamenco y al cante clásico.
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Nueva York,
La mayor revolución del flamenco actual la están protagonizando las mujeres. Una revolución distinta de la que protagonizó en esta ciudad Carmen Amaya en los años 40 y 50 del siglo XX que conmocionó la escena del baile con su temperamento y que además tuvo la osadía de ponerse los pantalones. Nueva York es la ciudad que habitó Sabicas sin aprender una palabra de inglés: “Ni Dios quiera”, nos dijo orgullosamente a finales de los años 80 en un homenaje a Carmen Amaya en Begur.
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Hoy muchas mujeres toman el mando y las decisiones, se llaman Sara Baras, Rosario La Tremendita, Rosalía, Rocío Márquez, Rocío Molina o María Terremoto. Hay más, muchas más. Es probable que ninguna de ellas se compare con La Capitana, el sobrenombre que llevó en vida Carmen Amaya o que se comporte como hacía La Paquera de Jerez descrita por el periodista Pedro Calvo que, en escena, “era como un mariscal de campo en la batalla, nadie se movía sin una indicación
Hoy han cambiado las formas. Rocío Márquez se ha doctorado por la universidad de Sevilla con una tesis titulada “la técnica vocal en el flamenco”, y durante la celebración del Día de la Mujer ha mantenido un enfrentamiento con un veterano periodista que confunde sus gustos personales con la historia del flamenco.
Terremotos, huracanes y otros cataclismo sónicos
María Terremoto triunfó el pasado sábado en el Joe´s Pub de Nueva York, tiene 19 años y los expertos la señalan como el mayor ejemplo de lo que representa ser cantaor flamenco, básicamente porque es hija de Fernando Terremoto y nieta de Terremoto de Jerez, dos de los pilares indiscutidos de la historia cante. A María le sobran facultades y posee una voz huracanada, que es el tesoro familiar: “No tengo hermanos, pero en casa también canta mi madre, creo que mi padre cantó en Nueva York con Israel Galván”, explica tras su concierto, que estuvo precedido por un sinfín de adversidades: un vuelo suspendido por avería, el grupo reubicado milagrosamente en otro avión, María viaja sin las maletas, que llegaron justo a tiempo para comenzar el
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En escena interpreta los versos de Lorca con aroma de Enrique Morente. Algo muy poco corriente para un artista de Jerez. “Es que a mí me gusta el cante de todos los lados”, dice, y lo cuenta con una sonrisa, consciente del efecto que provoca en sus paisanos. María ha viajado en el ciclo flamenco eñe, que patrocina la fundación SGAE, que presenta anualmente a los programadores de los festivales de todo el mundo que tiene la oportunidad de ver las propuestas más recientes. Así se ha presentado el guitarrista Miguel Angel Cortés con la bailaora Lucía Álvarez La Piñona y el grupo de Diego Guerrero en el que tiene un papel fundamental la percusionista Nasrine Rahmani que, además, es la productora ejecutiva del último vídeo de la formación. Así que en ese grupo todos bailan al son que marca Nasrine.
El baile y el jazz-flamenco en Nueva York
Sara Baras decidió debutar en Nueva York unas horas antes de lo previsto. Cada año el festival ofrece un gala reducida para escolares neoyorquinos. Docenas de autobuses trasladan a 2.000 jóvenes que asisten a su “primer baile flamenco”. Las estrellas suelen reservarse para su estreno oficial “pero Sara estaba en el teatro y decidió en ese instante que no iba a perderse la oportunidad de bailar para aquel público", explica Miguel Marín, director del festival. "Dijimos que podía salir con la ropa de calle, pero no quiso, puso en marcha el vestuario y también al público que acompañó su baile con palmas por bulerías”,
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Total que el resto de la compañía ve aparecer a su jefa con el tacón listo, algo que se hizo evidente cuando el cantaor Israel Fernández no dejaba de mirar entre bambalinas atento para dar entrada a la “jefa”: “Ha sido muy especial con un público único. Lo ideal sería tener adultos con la mentalidad de un niño” explica
En Nueva York se sabe de flamenco. De hecho José Manuel Gamboa ha contado en cuatro libros las historias flamencas de la ciudad, una historia que no cesa. Aquí vive Chano Domínguez, uno de nuestros máximos representantes del jazz flamenco que un buen día se encontró con el cantaor Ismael Fernández y la bailaora Sonia Olla. Lo recuerda Chano: “Yo acababa de instalarme en Brooklyn, estaba a punto de tocar en un club de jazz y me dicen que están aquí abriéndose camino. Le pregunto: ¿Tú me puedes cantar por seguiriyas? Así empezamos”.
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Chano acompañó a Ismael en su concierto y además apareció en solitario al día siguiente cuando presentó a su hija Serena que está estudiando en una de las escuelas más prestigiosas de la ciudad. Serena tiene una voz hermosa. Sergio de Lope fue esponsorizado por el Instituto Cervantes. “Soy un músico, toco la flauta y el saxo pero no toco jazz, yo toco flamenco”, dice salvando las diferencias con anteriores generaciones del jazz flamenco que representa Jorge Pardo o Chano Domínguez.
Los grupos que han viajado desde España también son programados en los festivales paralelos de Chicago y Miami. Miguel Angel Cortés recuerda su primera visita a los Estados Unidos en los años 80: “Tenía 14 años y vine acompañando a Mariquilla”, desde entonces se ha convertido en uno de los acompañantes más cotizados sin descuidar su faceta como solista de concierto. Una de sus interpretaciones más asombrosas suena como preámbulo a la Farruca de Sabicas, una creación que ha quedado para los restos. Entre los asistentes al Joe´s Pub está el saxofonista Tim Ries (habitual de los Rolling Stones) que protagonizó un momento inolvidable en el pasado Flamenco On Fire de Pamplona. Tras el concierto de Rosario La Tremendita se formó una juerga que parecía languidecer cuando desaparecieron los guitarristas en la madrugada. Tim sacó su saxo soprano y acompañó el cante de la cubana Mirta Junco y las flamencas Naike Ponce y Noelia Negri Heredia que entonaron Es inevitable (la canción de Fraskito que La Negra convirtió en éxito) con acompañamiento del saxofonista.
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Otros residentes en la gran manzana son el cantaor Ismael Fernández y la bailaora Sonia Ollas que un día se plantaron en Nueva York para buscarse la vida y acabaron colaborando con Madonna. “El sábado es nuestro día fuerte de clases -cuentan Ismael y Sonia en un taxi que cruza Manhattan- por eso no hemos llegado al concierto de Antonio Rey. Tenemos alumnos de todo el mundo a los que les interesa el cante y el baile. Pero les interesa todo el flamenco”.
El concierto que se han perdido es el de Antonio Rey, otro músico excelente del prodigioso panorama de la guitarra flamenca. A mitad de concierto aparece Mara Rey, su hermana, una cantaora que añade tacón, jaleo y compás a la destreza guitarrística y que cuando se arranca a cantar sin micrófono, logra que se paren los pulsos de más de uno. Los dos hermanos triunfan el día de su cumpleaños. Todo el mundo canta cumpleaños feliz.