Estrenos cine 'Súper empollonas': una célula feminista se infiltra en Hollywood
La directora Olivia Wilde, arropada por un equipo mayoritario de mujeres, patea el subgénero de películas de instituto y todas sus convenciones carcas con ‘Súper empollonas’, una película inteligente, divertida y muy libre.
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madrid, Actualizado:
Una célula feminista infiltrada en el cine de EE.UU. ha hecho astillas la antigua coraza patriarcal que hasta ahora defendía a capa y espada sus producciones, expandiendo por el mundo sus tendencias más carcas. Capitaneada por la directora Olivia Wilde, este equipo ha pateado a conciencia, y ha disfrutado con ello, el tradicional subgénero de película de instituto con Súper empollonas. El título original –sin ninguna duda, mucho mejor- es Booksmart.
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Una chica sentada en el suelo de su habitación escucha con los ojos cerrados una grabación que le dice que es estupenda y que no importa lo que los demás piensen de ella, rodeada de fotografías y referencias feministas. Lo siguiente, una bajada por las escaleras exteriores de su casa, donde la espera su inseparable amiga, bailando las dos. Todo felicidad. Estas chicas se van a comer el mundo.
Son Molly y Amy, interpretadas asombrosamente por las jóvenes actrices Beanie Feldstein y Kaitlyn Dever, y creadas por un equipo de mujeres guionistas: Katie Silberman, Emily Halpern, Sarah Haskins y Susanna Fogel. Todas ellas componen el núcleo duro de esta célula que, seguramente, hastiada de ver tanto tópico y tanta mentira en el cine de Hollywood ha querido aclarar algunas cuestiones y poner los puntos sobre las íes.
Te toca hacerte mayor
Cuando terminas el instituto es, generalmente, cuando te toca hacerte mayor, sí, pero lo más delicado de ese momento no es ni de lejos perder la virginidad, ni ser la o él más popular. No importa si vas o no a la moda, lo que cuenta es saber que en el instituto sí te estás jugando algo de tu futuro y, fundamental, que a tu alrededor puede haber muchas chicas y chicos diferentes y que no hay que prejuzgarlos.
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Amy y Molly, la manifestante y la presidenta, son las mejores de clase. Comprometida y dispuesta a luchar por todas las causa injustas, Amy, que toca la cítara diatónica, salió del armario hace un par de años sin ningún complejo. Molly, por su parte, es una perfeccionista mucho más extrovertida y descarada que su amiga, que tiene clarísimo su objetivo: quiere convertirse en jueza del Tribunal Supremo. Están orgullosas de sus logros, pero una conversación de Molly con los que ella considera los despojos de clase, le abre los ojos.
Y aquí, Olivia Wilde y el cuarteto de guionistas aprovecha para meter una dolorosa pulla al sistema educativo americano. Los compañeros de las dos chicas más brillantes del instituto, los que no han pegado palo en todo el año -y alguno de ellos, sin cerebro suficiente para platearse si quiera seguir estudiando- han sido admitidos en estupendas universidades del país, bien por sus méritos sociales o bien por los deportivos, el éxito también está en sus manos. Theo, sin embargo, no va a ir a la Universidad, le ha fichado Google por un salario de escándalo. No es por azar que todo ello se desvele en los servicios.
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Desmontando ideas machistas
Molly comprende que Amy y ella no han ido de fiesta ni una sola vez y que antes de la graduación, que es al día siguiente, tienen que quemar la ciudad para ser estudiantes completas, como el resto. Si la pareja es buena en todo lo que ha intentado, va a descubrir también su auténtico talento para la juerga y ello, además, rompiendo todas las reglas y desmontando todas las ideas machistas, casposas y vulgares del peor cine de instituto.
Drogas divertidas y sexo divertido –por cierto, otro tópico que se cargan, la primera vez no suele ir bien, así que quítale importancia-, alcohol, coches tuneados, baños en la piscina de noche y divertidísimos e inesperados descubrimientos entre los compañeros.
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"La película es un grito de guerra por la inclusión y una advertencia para no dejarse engañar por las apariencias. Todos somos multidimensionales y capaces de ser muchas cosas a la vez”, dice la actriz Beanie Feldstein en las notas de producción de la película, donde, por cierto, hay un apunte que no habría de ninguna forma que dejar pasar. A lo mejor has tropezado con una chica en tu clase que tiene fama de asalta hombres, ¡mejor para ella! Súper empollonas está por todo el colectivo, sin suspicacias ridículas. “Sabía que ellos iban a decir eso de mí. Lo peor, que las chicas también me lo llaman”.
La amistad femenina
“Espero que esta película haga que todo el mundo se plantee cómo perciben a los demás, cómo han juzgado injustamente a la gente, incluidos a sí mismos. Espero que ayude a ver a los demás con algo más de empatía y a apreciar la complejidad de uno mismo”, escribe la directora Olivia Wilde, que se permite una bofetada en su película, la que le suelta Amy a Molly en un momento de debilidad en que ésta se hace de menos. “Te pego otra vez, si vuelves a hablar así de ti misma”.
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"Es una historia sobre la amistad entre dos chicas que, para la mayoría de las mujeres de esa edad, supone su primera relación íntima antes de hacerse adultas”. Y la directora de esta subversiva película juvenil concluye: “Me alegro de haber podido contar una historia sobre la amistad femenina que no fuera simplemente sobre intentar conseguir a un chico o intentar integrarse”.