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"Estará mal que yo lo diga, pero las nuevas canciones son cojonudas"

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"Estará mal que yo lo diga, pero las nuevas canciones son cojonudas", anuncia Josele Santiago, compositor y guitarrista de Los Enemigos, banda mítica de rock que en otoño ratificará su reunión y vuelta definitiva a la actividad tras diez años de dispersión con un disco que les está quedando "muy majo".

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En el concierto que ofrecerán el 27 de junio en el Hipódromo de la Zarzuela de Madrid junto a Kiko Veneno habrá oportunidad de echarle un vistazo a dos, "quizás tres", de esos temas que han compuesto para el duodécimo disco de estudio de su carrera, el primero desde la publicación en 1999 de Nada"y de la BSO de la película Se buscan fulmontis.

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Bajo el título muy provisional de Vida inteligente ("lo cambiamos cada día", previene Santiago en una entrevista con Efe), estará compuesto por las 14 canciones que le nacieron para este trabajo. Ni una más, ni una menos, prueba de su confianza en el nuevo material. Carlos Martos vuelve a coger la batuta de la grabación, que se ha llevado a cabo entre los estudios CATA de Madrid y los que su productor de "casi toda la vida" posee en el polígono de Ventorro del Cano, entre Alcorcón y Boadilla del Monte. Aunque la fecha prevista es septiembre, consideran más realista su salida en octubre. A día de hoy, solo queda una canción por grabar y las sensaciones no pueden ser mejores.

"Es un disco muy majo, la pinta que tiene es estupenda y estamos pasándolo bien, probando muchos sonidos", cuenta Santiago, que acaba de terminar de grabar las voces, ya recuperado de la operación de garganta a la que se sometió en enero. "Sin tirar de nostalgia", promete que contendrá todas las facetas que les han hecho conocidos y reconocidos como "grupo de rock en castellano, con una vena más punkarrosa y otra más bluesera, aunque sonará básicamente rock and roll", "que es lo que mejor hacemos", apostilla.

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De este modo, pretenden "dejar constancia de lo que se ha convertido en nueva etapa de Los Enemigos", tras lo que en un principio iba a ser solo "una reunión anecdótica".

Hasta el momento de su separación, en 2002, se convirtieron en una de las bandas clave de la escena rock en español, sobre todo en su ciudad, donde el año de su fundación, 1985, ganaron el castizo premio Villa de Madrid. Varios recopilatorios y álbumes en directo, incluida la caja Desde el jergón (2012), trataron de paliar los años de ausencia en los que emprendieron carreras en solitario, sobre todo Santiago, que publicó cuatro álbumes solo.

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"Supongo que volveré a publicar discos en solitario, a ver por qué no, aunque ahora lo que me planteo es terminar este y salir de gira, pero la verdad es que no lo sé", dice errático este músico que ve "positivo" volver a contar con la opinión de sus compañeros en una banda muy "democrática" y haciendo frente a un trabajo que considera sobre todo "de equipo".

En 2012 a Los Enemigos les salieron "unos bolos muy interesantes" y la respuesta del público fue tal que les animó a seguir. "Además del hecho de que seguimos sonando de puta madre", añade. La primera opción de comprobarlo llegará el 27 de junio en un espectáculo muy especial, ya que será el primero en Madrid desde su actuación en 2012 en La Riviera y porque tocarán junto a su admirado Kiko Veneno, dentro del ciclo de conciertos Open HZ Music, que recupera el Hipódromo de la Zarzuela para la música.

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