Edicions 62, 60 años apuntalando la edición en catalán
La editorial catalana celebra las seis décadas de existencia con el orgullo de ser un referente en la historia de la edición en catalán y con la voluntad de mantener vivo un fondo editorial imprescindible para la cultura catalana. El sello ha publicado más de 6.000 títulos, todo un hito en la edición en lengua catalana.
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barcelona,
El catálogo de Edicions 62 es una parte fundamental de la historia de la edición en catalán, y no sólo lo es porque cuando el sello arrancó no se publicaban libros en catalán. Sino porque el equipo fundador tuvo una visión de lo que la cultura catalana necesitaba para sobrevivir. Max Cahner y Ramon Bastardes, fundaron el sello en 1962 y desde entonces, a pesar de los cambios estructurales, pero fiel a sus dos líneas esenciales (la narrativa y el ensayo) la editorial no ha dejado de aportar buena literatura y conocimiento a la comunidad lectora.
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El primer libro de Edicions 62 fue Nosaltres, els valencians, de Joan Fuster que salió publicado el 12 de mayo de 1962. El empuje de los fundadores era imparable y en 1963 crearon La Cua de Palla, una colección emblemática dirigida por Manuel de Pedrolo. En 1964 se incorpora al proyecto Josep Maria
Castellet como editor literario, convirtiéndose en el alma indiscutible del sello. Él fue el responsable del primer best-seller de la editorial: Els altres catalans, de Francesc Candel. El título se puso a la venta el 23 de abril de 1964, y se vendieron 25.000 ejemplares ese mismo año.
Repasando la nómina de autores que engordan el catálogo de Edicions 62 puede parecer que fue muy fácil levantar la editorial porque no había mucho más, pero como recuerda Pilar Beltran, directora literaria de la casa, "el éxito no llegó hasta los años ochenta, y durante años fue una auténtica travesía del desierto". Ella que se incorporó en el 2002 y que lleva un tercio de la historia de Edicions 62 trabajando en la editorial, apunta que en aquellos primeros años una de las cosas más farragosas para Castellet y compañía era tener que pelear con la censura. "Uno de los autores más censurados de todos era Candel. Cuando hicimos una nueva edición de Els altres catalans fuimos a buscar el informe de la censura, y encontramos todas las pruebas íntegras.
Afortunadamente, Edicions 62 ha tenido visión histórico-archivística y en el fondo se ha guardado el original enviado a la censura, el informe de los censores con todas las cosas censuradas, y todo esto lo tenemos. En 2014 hicimos un depósito en laBiblioteca Nacional de Catalunya y sabemos que está ahí, y que está bien conservado , y cuando lo necesitamos vamos allá", argumenta Beltran.
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Josep Maria Castellet murió en 2014, y era de esas personas que dejan huella. De él Pilar Beltran dice que aprendió muchísimas cosas, pero sobre todo "a tener mucho respeto por los autores, es decir, a entender que los autores en su casa han hecho un trabajo, acertado o equivocado, esto es otro tema, pero que han vertido un montón de horas y de su mundo interior allí y, por tanto, la valoración que debe hacer el editor debe ser desde la honestidad y desde el conocimiento, no vale descartar cosas sin saber qué tienes entre manos. Aprendí mucho del conocimiento práctico con los autores, Castellet tenía una
bonhomía y una inteligencia que ya me gustaría a mí tener, y desprendía una tranquilidad... siempre decía que la vida es absurda y, por tanto, no pasa nada. No es que no se agobiase, pero transmitía tranquilidad".
Fechas remarcables
En una trayectoria de seis décadas hay muchas fechas remarcables y 1978 es una, porque ¿quién no ha tenido en casa un libro de Pere Calders o de Verdaguer con la cubierta amarillenta? Y es que en 1978 nació la MOLC, una colección dirigida por Joaquim Molas que fue posible gracias a un acuerdo entre Edicions 62 y la Caixa de Pensions. Molas era muy consciente de la necesidad de levantar una colección que reuniera las obras indispensables de la historia de la literatura catalana en ediciones al alcance de todos, obras que empezarían a estudiarse con normalidad en las aulas con la llegada de la escolarización en catalán de los años ochenta.
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La colección sobre la historia de Catalunya dirigida por Pierre Vilar es también otro de los indispensables para no perder el hilo de la memoria histórica. Y volviendo a la narrativa, en los noventa, la colección Balancí también era la ventana donde leer en catalán a autores internacionales como Paul Auster, Primo Levi o John Irving que en 1999 con Una dona difícil se convirtió en un éxito de ventas.
Más de 6.000 títulos publicados
Siguiendo con las fechas importantes, en 1996 nació el Grup62, incorporando la editorial Empúries; pero el cambio grande llegó en 2006 cuando Enciclopèdia Catalana i Planeta entran en el accionariado del Grup62. Modelos de negocio aparte, desde abril de 1962 hasta ahora, Edicions 62 ha publicado más de
6.000 títulos, todo un hito en la edición en lengua catalana. Curiosamente, Edicions 62 llega a los sesenta años coincidiendo con el Any Joan Fuster y el Any Gabriel Ferrater, dos autores importantísimos para la casa.
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La celebración se encara con el orgullo del trabajo realizado y teniendo muy presente que el fondo del que disponen es un legado cultural de primer orden y que hay que velar por que las nuevas generaciones encuentren disponibles y en ediciones asequibles los libros de Paco Candel, Joan Perucho, Mercè Rodoreda, Montserrat Roig o Biel Mesquida, por sólo citar algunos. Y con un fondo vivo no hay peligro de caer en la "gran tragedia" sobre la que advertía Martin Heidegger: "La gran tragedia del mundo es que no cultiva la memoria, y, por tanto, olvida a los maestros". Una tragedia que el equipo de Edicions 62 quiere evitar.