Crystal Fighters y Javiera Mena se lucen en la edición del SOS 4.8 más multitudinaria

Murcia se despertaba el viernes con casi 30.000 personas más de lo que acostumbra. Durante el pasado fin de semana la ciudad ha sido la anfitriona del SOS 4.8 , uno de los festivales de música indie más importantes de España. Esta edición, la sexta de su historia, ha sido la más multitudinaria de todas.

Pese a las largas esperas y colas que hacían pensar que más de uno se quedaría fuera del recinto de conciertos La Fica, el viernes, primero de los días en los que se celebraba el SOS, no decepcionó. Dorian, una de las apuestas nacionales, y el grupo noruego Kakkmaddafakka animaron el ambiente para todo lo que venía después. 

The XX dio, si lugar a duda, uno de los mejores shows de todo el fin de semana. Miles de personas se concentraron en el escenario principal del festival para escuchar completamente en silencio los hits del grupo londinense.

Ya de madrugada sonaba Plage, At home y Follow haciendo que el público bailara enloquecido con Crystal Fighters. El grupo formado por artistas vascos y londinenses se lució en la quinta edición del SOS 4.8 para cerrar con buena nota la primera jornada de conciertos del festival. 

El sábado comenzó con las actuaciones de Lori Meyers, otra de las apuestas nacionales del SOS 4.8, que durante unos minutos compartió escenario con Javiera Mena.

M83 se hacía con el escenario sobre las 11 de la noche. Los franceses tocaban en Murcia por segunda después de que actuaran el jueves en la fiesta de presentación de la quinta edición del SOS. El grupo liderado por Anthony Gonzalez presumió de puesta escena y de causar la euforia colectiva cuando estos franceses hicieron sonar Midnight city.

Javiera Mena fue uno de los broches de oro del SOS 4.8. La chilena ofreció un show muy divertido a los festivaleros que disfrutaron con las canciones de electro-pop de esta artista que se encuentra inmersa en la grabación de su tercer trabajo. Javiera triunfó eligiendo un repertorio compuesto con sus canciones de siempre y se ganó a un público ya cansado tras 48 horas de conciertos y exposiciones.