Cárcel para el 'Madoff' de Hollywood
Kenneth Starr cumplirá siete años y medio de condena y deberá devolver 29 millones de dólares por su desfalco
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Pupl Fiction, Malas Calles, El precio del Poder... Todas ellas cuentan las tortuosas vidas de una larga lista de delincuentes. Scorsese, Uma Thurman, Silvester Stallone y Al Pacino han sido estafados por el mismo hombre. El famoso manager de las estrellas, Kenneth Starr, ex consejero financiero cumplirá siete años y medio en prisión por desfalcar más de 30 millones de dólares a sus clientes. La sentencia le obliga a pagar 29 millones de dólares a las víctimas.
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Durante más de 20 años, Starr aprovechó su cercanía con la élite de Hollywood para, simulando que defendía los derechos de sus clientes, enriquecerse a expuertas. Como si de un pequeño Madoff se tratase, Starr, de 67 años, utilizó los fondos que depositaban sus representados para financiar un envidiable estilo de vida. Un American way of life que incluía un apartamento, con piscina interior, en la zona más lujosa de Nueva York.
"No puedo creer lo que he hecho"
"No puedo creer lo que he hecho", ha declarado Mr. Starr al conocer la sentencia, para añadir que "ha perdido su camino moral". La jueza del caso también ha hecho hinchapié en los valores del acusado. En esta línea ha sido clave la mujer del imputado, una stripper de 35 años por quién el detenido había abandonado a su mujer enferma de esclerósis múltiple.
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La defensa temía que el caso de Bernard Madoff influyera en la sentencia. Por eso el abogado defensor hizo bueno el dicho de 'No hay mal que por bien no venga' al esgrimir la dimensión económica del fraude de su cliente con la del hombre que hizo tambalear durante semanas la economía de EEUU. Obviamente, en la comparación salía ganando Starr. Pero ni por esas.
Starr fue detenido por los federales en el armario de su casa en mayo de 2010, según recogió The New York Times. Su ex mujer, la stripper de 35 años, confesó a la llegada de la policía que su marido estaba en el piso de arriba. Según las crónicas del momento, la punta de los zapatos del manager sobresalían del escondite.