El baile que contagió la picadura de una araña
Stewart Copeland inaugurará La Mar de Músicas con tarantela italiana
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A Stewart Copeland le picó la tarantela italiana hace casi una década. Desde entonces, el afamado baterista que a mediados de los setenta fundó The Police junto a Sting y Andy Summers ejerce como apóstol contemporáneo de esta música viva, atlética, originaria del sur de la península transalpina. Ahora, ocho años después de triunfar ante el público italiano en el festival de Melpignano, el coautor de emblemáticas piezas pop como Reggatta de Blanc se encargará de abrir el viernes la decimoséptima edición de La Mar de Músicas en Cartagena. "Espero una noche insana, que la gente se quite su ropa y baile como animales salvajes", advierte Copeland sobre un concierto que reunirá a 20 músicos al son de la tarantela, baile tradicional con raíces de leyenda en la Edad Media.
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El entusiasmo del baterista norteamericano, que este mes cumplirá 59 años, está a la altura del mito musical. Aunque el origen del nombre es aún materia de discusión (hay quien asegura que procede del baile que los agricultores de la región de Apulia interpretaban cuando un vecino era picado por una araña tarántula, aunque más plausible parece que proceda del pueblo de Taranto), la tarantela sedujo a Stewart Copeland por su ritmo frenético y su alcance popular en el sur de Italia. "La primera vez que escuché esta música me volví loco, me quité la ropa y terminé en un baile salvaje como nunca había hecho", explica el reputado percusionista y compositor en conversación telefónica desde su lugar de vacaciones en la Costa Amalfitana. Muy cerca descubrió la tarantela en el festival de Melpignano, 15 días dedicados a los ritmos pizzica: "Comprobé cómo la música y el baile pueden ayudar a curar las enfermedades del alma, y desde entonces intento que el mayor número de gente pueda disfrutar con él".
"La primera vez que escuché tarantela me volví loco", dice Copeland
Además del baile agitado, Copeland, que ha firmado una docena de discos y bandas sonoras para Coppola (Rumble fish) y Oliver Stone (Talk radio, Wall Street), valora el pedigrí añejo de la tarantela. "Es una música muy antigua y, por lo general, todas las músicas con edad que llegan vivas a nuestro tiempo tienen una calidad indiscutible, sobre todo en sus valores melódicos. También me gusta que su ritmo sea tan poderoso, ya que facilita que un simple baterista como yo pueda acertar a interpretarlo", indica el músico de Virgina, sorprendido por el pobre conocimiento que se tiene de la tarantela y del ritmo pizzica fuera de Italia. "Será que nunca ha tenido un Bob Marley", bromea Copeland, "o que es demasiado antigua para que la gente joven se interese por ella, aunque por fortuna ya está logrando un público propio en países como Alemania o Grecia". Quizás debido a la fama pop del miembro de The Police, que en 2003 recibió las llaves de Melpignano tras dirigir la gala de clausura de su festival de agosto.
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Como ocurrió antes con Ry Cooder o Ludovico Einaudi, zahoríes que sacan oro donde la industria musical sólo es capaz de ver ritmos viejos, Stewart Copeland apostó por la tarantela como un ejercicio de justicia histórica. ¿Quiere decir eso que la música moderna murió de agotamiento? "No, no comparto esa forma de ver las cosas. Ahora hay más música que nunca, buenas músicas, pero eso no impide que revaloricemos ritmos y bailes antiguos", aclara Copeland. Entonces, ¿se siente cómodo con estas músicas, digamos, vintage? "Oh, me encanta esa palabra y todo lo que contiene. Yo mismo soy una persona vintage, ja, ja Ya en serio, es un milagro que cada vez más gente se acerque a ritmos tradicionales que estaban ahí, tan cerca, pero que nadie acertaba a reivindicar. Es lo que antes hicieron Jimi Hendrix o The Beatles, gritar que la buena música no tiene corsés temporales ni envejece. Es música para disfrutar bailando esta noche y olvidar por un momento lo que pasará mañana".
"La música y el baile ayudan a curar enfermedades del alma"
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¿Y este giro hacia lo popular denuncia que el mundo gira demasiado rápido? "No sé si para algunos las tradiciones son un campo para la denuncia, pero me gusta que nuestra forma de vida vaya tan rápido, que ocurran muchas cosas al mismo tiempo, porque es una señal de riqueza social y de iniciativa por parte de los ciudadanos. No me gustan las formas de vida sedentarias, eso de estar sentado y esperar a que las cosas ocurran. Todo lo interesante que he hecho en la vida lo fui a buscar con entusiasmo", señala Stewart Copeland. Cierto, así fue con The Police, el trío que vistió de pop al post-punk y la new wave.
¿Y no veremos algún día a Sting tocando tarantela? "No, claro que no", responde el baterista sin perder el humor, "pero te diré que los conciertos de The Police y los de tarantela tienen mucho en común". ¿Ah, sí? "Ambos son ceremonias de música popular, con muchas canciones clásicas, muy antiguas en el caso de la tarantela, en los que la gente sabe lo que va a escuchar y lo disfruta como una liturgia. Díselo al público español: venid a bailar tarantela, no se arrepentirán".