Aparece un manuscrito de 'La Colmena' con escenas eróticas y fragmentos censurados
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Un manuscrito de La Colmena escrito por el propio Camilo José Cela ha sido presentado este jueves en la Biblioteca Nacional, abriendo paso a la posibilidad de publicar nuevas ediciones que incluyan los fragmentos hallados en este documento, tal y como ha adelantado la propia viuda del escritor, Marina Castaño, asegurando que "sería como sacar una obra íntegra". Castaño ha estado acompañada por el catedrático de Historia de la Literatura Española de la Universidad de Barcelona y experto en la obra de Cela, Adolfo Sotelo, así como de Annie Salomon, hija del hispanista Noël Salomon, y donante de este hallazgo "tan sorprendente y grato" a la Biblioteca Nacional, según Castaño.
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La viuda de Cela se ha mostrado ilusionada con este descubrimiento, indicando que "sería una idea extraordinaria" dar a conocer estos fragmentos en nuevas ediciones con un resultado similar a "publicar una obra inédita". Castaño ha apuntado a que el año 2016 "sería un buen momento" para publicar estas nuevas ediciones, coincidiendo con el centenario del nacimiento del escritor. En esta misma línea, la directora de la Biblioteca Nacional, Ana Santos Aramburo, ha asegurado que resulta necesario publicar este descubrimiento en una edición íntegra "por el bien de la literatura española", al tratarse de "una nueva lectura" de la obra de Cela.
Para Sotelo también es importante la publicación del manuscrito, si bien ha matizado que el original de Cela debería mantenerse tal y como dispuso el autor. La propuesta del catedrático de literatura es la de incluir un apéndice en una edición filológica de la novela. "A pesar de la túnica de novedades que incluye, no se debería violentar la totalidad del texto", ha aseverado.
El manuscrito consta de más de un centenar de hojas, diez de ellas numeradas por la Biblioteca Nacional en números romanos y 172 numeradas en arábigo y alternando textos mecanografiados (algunos con correcciones de Cela) con textos escritos a mano. Según detalla Sotelo en el informe, el documento es "heterogéneo, incompleto y fragmentario". Esto se debe a que, por ejemplo, algunos capítulos contenidos en la obra original no aparecen en el manuscrito, como es el caso del primero. Por el contrario, otros episodios como el cuarto, el quinto o el sexto están prácticamente completos y con pasajes de doble versión.
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El trabajo de Sotelo contempla que el grueso del manuscrito es parte de la copia que Camilo José Cela presentó a la censura el 7 de enero de 1946, con la intención de ceder el original a Carlos F. Maristany de Ediciones del Zodíaco (donde publicó la cuarta edición de La familia de Pascual Duarte) para su publicación. No obstante, incluye también fragmentos que suponen "otra versión" de algunas partes ya conocidas de la obra, posiblemente copias que Cela quiso publicar en España en una edición de lujo pero que la censura tiró abajo. Estos intentos del escritor tenían lugar cuando la obra ya había visto la luz en Buenos Aires, pero se encontraba con la censura en España.
Entre los hallazgos más importantes de este texto se encuentran las cuatro versiones de Historia de una fotografía, que se encabezan con el marbete capítulo VI a pesar de que en la edición concida se encuentra al final del capítulo V. Una de estas versiones, en concreto la primera, contiene pasajes de alto voltaje sexual y erótico que nunca fueron publicadas ni tampoco presentadas a la censura. Relaciones lésbicas o encuentros de clientes con prostitutas componen gran parte de estos pequeños fragmentos.
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Annie Salomon descubrió este manuscrito en una casa de campo de sus padres cuando decidió venderla. Hace cuatro años se dispuso a limpiar el inmueble y vaciarlo de documentos, encontrando en el proceso una carpeta que contenía unos papeles de cuya importancia Salomon se dio cuenta "enseguida". "La única cosa que había que hacer era entrar en contacto con la Biblioteca Nacional porque era patrimonio cultural español. Tener eso en casar era un cargo de conciencia ¿Qué haría yo con él?" se ha preguntado la hija del hispanista francés.
Salomon entró en contacto con Cela a finales de los años 50 y mantuvo correspondencia en los años 60 con el autor de La Colmena en la que hablaba de un posible trabajo para abordar la censura en los textos literarios. Según ha afirmado Castaño, el escritor español "no hizo nunca mención" a este manuscrito e incluso "podría haberse olvidado de él".